15 de diciembre de 2013

21

Me hago mayor.
 Ahora bebo café, no me mojo el pelo cuando me baño en piscinas y hablo sobre el mal tiempo, que empiece a leer prensa es inminente.


-Felicidades yo.
-Gracias yo.

10 de diciembre de 2013

Lucía y el sexo (Sin amor)

Lucía piensa que lo mejor para el sexo sin compromiso es sentir algo de asco hacia la otra persona, ese asco morboso que te permite follártelo pero nunca enamorarte. Este asco va desde lo físico hasta lo intelectual. Durante algunos años cometió el error de acostarse con gente encantadora pero siempre acababa mal, así que ahora solo lo hace con capullos, con analfabetos, con viciosos, con gente con tics que le ponen nerviosa, con alguno que besa fatal, con otros que no saben pronunciar bien la palabra "esternocleidomastoideo", con tíos con novia... Lo positivo del método es que no les coges cariño y cuando quieres mandarles a la mierda no sientes pena.

Claudia no piensa en el sexo sin compromiso, Claudia lo tiene y siempre acaba enamorada. A Claudia le gusta que la cubran a caricias, que le digan cosas bonitas y se despidan de ella con un beso en los labios. Lucía con "Un gracias por todo" se queda contenta y en cuanto llega a casa se ducha, para que no quede ni rastro de olor del otro, le repugna oler a otro. Claudia se enamora de quien se la tira y Lucía, sin llegar a tocarla, está enamorada de Claudia. Claudia adora cogerle la mano al chico que le gusta y Lucía solo caminaría de la mano de Claudia.

Lucía se siente más sola que nunca. 

Claudia está enamorándose otra vez.


3 de diciembre de 2013

La cosa va de salidos, el otro día leí un texto que me gustó y decidí hacer la versión femenina, ojalá todas las colaboraciones fueran así. Gracias por animar mis días y darme motivos para atreverme a escribir. 

...

          Así que, esa misma mañana, se marchó. Eran las siete. Muy temprano. Había triunfado esa noche, menuda tía y menudo polvo. No tenía pegas.

           La encontré tarde y un poco empapada en chupitos, pero se dejaba y eso me encanta. Comenzó a manchar con sudor su vestido dentro de la discoteca. Salimos fuera para respirar un poco. Era bastante guapa, no una portada de Vogue,pero sexy a su modo y con ojos de leopardo desnutrido.

            Fumamos uno enfrente del otro; luego noté el sabor a cerilla en su lengua.

           Le ofrecí ir a mi casa y no dudó, es más, casi me lleva ella a mí. Nos arrancamos  la ropa en mi sofá. Se rompió el tanga intentando quitárselo, cosa que le dio igual. Me montó sin tiempos muertos. Saboreé su cuello, sus pezones y sus hombros. Abrí sus nalgas y la penetré hasta el fondo.Me pidió que le apretase los muslos y le arañase la espalda, que la cogiese del pelo y jugase con ella. Hice lo que quise con su cuerpo: no paraba de sonreír. Soy un cerdo.

          Justo antes de acabar, decidí que era muy cruel correrse dentro, por lo que lo hice en su cara. Sin permiso.

         Cayó rendida en mi cama. Despertó sobre las siete y se largó. Ni siquiera recuerdo el color de su vestido, solo consigo acordarme de un detalle: los tacones le quedaban grandes. 

Aarón


          Encontré el vestido entre sus pantalones, me enfundé en él, dejé el tanga roto de recuerdo en el suelo de su habitación y a eso de las siete y cuarto ya estaba cogiendo el metro de vuelta a casa. Me gustan los trabajos limpios y las despedidas silenciosas. 

          Dio conmigo cuando yo ya iba borracha y cachonda, la noche aburre, la noche es una mierda cuando te pones selectiva. Él era guapo, olía bien y a mi ya me picaba el vestido de sudarlo con tanto baile.

          Fuera le pedí que me encendiera un cigarro, me lo fumé como una de esas mujeres interesantes de las películas, las que te dicen con sus caladas que les gusta llevarse cosas a los labios, luego le dejé que me comiera la boca. 

         Me ofreció su casa y acepté, en mi casa hace tiempo que ya no dejo entrar a nadie. De haber tenido unas tijeras para cortarle la ropa... y mi tanga, mi puto tanga, un tirón y a la mierda, es mejor ir sin nada que con ese trasto metido en el culo. Lo monté sin tiempos muertos. Para él todas mis ganas de polvos frustrados. Le mordí los labios, los dedos y la cadera. Le pedí que me apretase los muslos, me arañase la espalda y me tirase del pelo. Que entrase hasta el fondo "Más fuerte". Hice lo que quise con mi cuerpo: no paraba de sonreír. Soy una zorra ¿Y qué? 

         Decidió no correrse dentro, lo hizo en mi cara. Sin permiso. Fue un cerdo.

        Papel, agua, jabón... Caí rendida en la cama, el placer de dormir con un desconocido. Me desperté y me largué. Ni siquiera recuerdo su nombre. Y por cierto, he de ponerle una plantilla a estos tacones, me quedan grandes.

Ari




29 de noviembre de 2013

Trincheras Parte 2

Que te jodan, Claudia. 

Lo lee y se echa a llorar.

Acaba de notar como Lucía le desgarra el alma y se la zampa de un bocado, se siente Juno siendo devorada por su padre. Los dientes de Lucía se le clavan en la piel, le duelen los brazos, las piernas se vuelven pesadas, de piedra pasan a flan y se derrumba en el suelo en alguna calle vacía de la ciudad. Piensa que si hay un pozo emocional ella acaba de caer en él, que su jugada de la carta no ha salido bien, que no ha conseguido reblandecer el corazón de Lucía, que se ha quedado sola, con las ganas de amar oprimiéndole el pecho y sin nadie a quien escupirle todo ese amor. 

llora de impotencia, porque no sabe perder, porque nunca lo ha hecho, porque aunque otros hayan llegado con traiciones y  condescendencia, con negativas y torturas, nada duele más que ver la espalda de quien tenía tu alma, alejándose de ti porque ya no te aguanta. 

Claudia nunca ha querido a nadie de verdad, ha querido mucho, ha querido hasta perder todas las ganas, pero de verdad no. Claudia se ha querido mucho a si misma y en consecuencia ha querido sacrificándose, cree que así puede demostrar su amor. Claudia necesita ser una mártir para sentir que hace bien las cosas, pero cuando ya no puede dar más se le merma el ánimo y se desencanta. Tiene un alto listón que nadie puede saltar, ella sube y baja a la gente a su antojo dándole mayor o menor importancia, pero al final todos tienen la misma, ninguna, porque Claudia cuando llega la hora de dormir aunque llora por estar sola, llora por su propio dolor y no por el de los demás. A Claudia le han pegado mucho porque Claudia se ha dejado pegar, y con cada golpe que ha recibido el dolor ha sido menor y la insatisfacción mayor. Le gusta el drama, le gusta sufrir y sabe olvidar. Sabe cerrar los ojos y olvidar a las personas y quedarse con los hechos, sabe dejar de amar o de fingir que lo hacía, y cuando se dice a si misma "Ni una lágrima más" es ni una lagrima más. Sufre porque le gusta y cuando le apetece, corta el grifo del sufrir.

Pero ahora es distinto, acaba de perder a su otra mitad, acaba de ser desterrada, exiliada y da igual cuanto puedan quererle otros, cuanto se quiera a si misma, Lucía ya no la quiere y su vida acaba de perder el sentido.

Que me jodan, Lucía. 

Envía.

 Y busca en la agenda el teléfono de algún idiota que le de casa esa noche a cambio de abrirse de piernas. 



26 de noviembre de 2013

Trincheras

Lucía lleva fuera de casa todo el día, le arde la planta de los pies porque esas nuevas botas que se ha comprado son una mierda y se ha estado clavando la suela y el calcetín, tiene ganas de sentarse en el sofá y quitárselas, meterse en la ducha y culminar ese día de invierno con agua caliente. Desde que Claudia se fue Lucía no ha encendido la estufa, solamente se abriga y procura tener las ventanas cerradas, se dice a si misma que es para no gastar más luz, pero la realidad es que sabe que si enciende la estufa recordará a Claudia sentada delante de ella, hecha un ovillo y quemándose las espinillas. 

Casi arrastra los pies por el patio del rellano hasta el ascensor, lleva la bandolera a un hombro y eso le hace parecer una desequilibrada. Está cansada pero feliz, incluso sabiendo el silencio que le espera al llegar a casa. Todo es perfecto hasta que encuentra esa jodida carta sobre el felpudo. 

Querida Lucía, 


Hoy he vuelto a casa y he visto que has cambiado la cerradura, primero he pensado que se te habrían perdido las llaves y que por precaución lo has hecho, pero tras meditarlo un poco me he dado cuenta de que en los años que te conozco tú nunca has perdido nada, que la única que pierde cosas de las dos soy yo, así que he entendido que si has cambiado la cerradura era para que alguien no entrara.

He pensado en llamarte, hasta he cogido el móvil y me he ido al registro de llamadas, y después de bajar mucho he encontrado tu número y he visto la fecha de la última vez que hablamos, hacía más de un mes y entonces he entendido porque has decidido cambiar la cerradura. Ese día que hablamos te dejé preparada en el microondas una lasaña de la casa de comidas lista para calentar, te lo dije animada mientras hacía la maleta para marcharme, y me dijiste "Esta noche podríamos ir al cine" y te contesté que sí, que me apetecía ir al cine contigo, aunque realmente no tuviese ganas, espero que esa noche fueras al cine sin mi porque se como odias cuando alguien te da plantón. 

Creía que este momento no llegaría, creía que jamás encontraría la puerta cerrada y ahora más que nunca necesito entrar. Pero te quiero Lucía, aunque creas que no lo hago, aunque me consideres una egoista que no piensa más que en si misma, yo te quiero y por eso me marcho. Me marcho incluso sabiendo que al otro lado están mi estufa y tus brazos, porque te quiero Lucía, porque se que cuando estoy te hago infeliz. 


Con amor, Claudia. 

Lucía lee y relee la nota. Se olvida del dolor de pies y permanece allí plantada frente a la puerta cerrada, piensa en lo que debe haber sentido Claudia y tiene ganas de llamarla y pedirle que vuelva a casa. Llega a sacar el móvil, a buscar esa llamada de la que habla ella, pero corrige el rumbo. 

Que te jodan Claudia. 

Le da a enviar y entra en casa.


14 de octubre de 2013

The Lonely

Claudia se ha vuelto a marchar, Lucía lo ha sabido al entrar en casa y encontrarse todas las ventanas abiertas "Para que se airee la casa". Claudia siempre deja al irse un frío silencioso, o un silencio frío ¿Qué más da? El caso es que se ha ido.

Cuando Claudia no está se siente una calma incómoda, como si no le pusieran canción a unos créditos finales, como el vacío sentimental tras una discusión en la que se han dicho cosas terribles. Lucía no sabe si poner música para llenar el hueco que ha dejado Claudia, o si llenarse la boca con tierra de las macetas ¿Ahora quién regará las plantas? ¿Quién se va a preocupar del resto de cosas en las que Lucía no pierde el tiempo? ¿Quién les dirá a los de las compañías telefónicas de forma educada que no quieren cambiarse a otra? ¿Quién va a impedir que Lucía vuelva a ponerse su piel de titanio? 

Acaba fumándose un cigarro en el salón, como venganza, porque Claudia no le deja y ahora ella puede hacer lo que quiere, porque es su casa, su jodida y vacía casa. Apaga el cigarro sobre el sofá haciendo un agujero en el tapizado y le da absolutamente igual, porque ahora todo le da absolutamente igual, porque ya no piensa recoger los pelos de la ducha hasta que esta no deje de tragar, ya no bajará la tapa cuando mee, ni se preocupará de que todo el mundo se sienta a gusto. Ya no le va a decir "Gracias" a nadie, ni llamará para felicitar los cumpleaños. No se pondrá los cascos para poder ver algo en el ordenador mientras la tele está encendida, va a comer mierda todos los días y se comprará uno de esos botes gigantes de Nutella. Se duchará hasta que el agua salga fría, y ya nunca jamás volverá a hacer la cama para tener que deshacerla a la noche siguiente. 

Cambiará la puta cerradura para que Claudia ya no pueda volver, y si vuelve y quiere entrar, que pida permiso. Está harta de la debilidad de Claudia, de su afán de protagonismo, de sus cambios de humor, de su carácter enamoradizo, de sus lágrimas de cocodrilo, de sus "Te quiero" despilfarrados, de sus novios idiotas, de sus caprichos, de su colonia, de su color de pelo, de sus zapatos, de su molesta pedantería, de sus frases largas y complejas,  de sus planes... Está harta de ella y de esa necesidad de creer en el amor y descreer a la primera de cambio, cuando lo mejor es no creer y no creer para siempre. Está harta de su capacidad de perdonar y de pedir perdón, y está vez se niega a perdonarla si vuelve, se niega, ni abrazos ni mierdas, esta vez si vuelve se quedará en la calle, que otro imbécil la recoja, ella ya ha tenido suficiente. 



3 de octubre de 2013

Asleep

Las noches que no duermo no duermo porque no puedo. 
Las noches que no duermo es porque se me instala un parásito en el torax que me constriñe.
Las noches que no duermo doy vueltas por la cama, sudo, leo, cuento ovejas, cuento muchísimas ovejas, pienso, doy vueltas y sigo contando. 
Las noches que duermo me río de los insomnes de twitter, las noches que no lo hago comprendo perfectamente que nos cuenten a todos que no pueden dormir, es mucho más divertido que contar ovejas. 
Las noches que no duermo son una pesadilla.


13 de septiembre de 2013

De vuelta a la realidad.

No quería hacer esta entrada, llevo todo el verano desaparecida y al volver no quería escribir sobre esto, pero la verdad es que es sobre lo único que tengo ganas de escribir. 
Estos ultimos meses han sido de lo más intensos, me encantaría poder extenderme con el viaje a Malta o con el Campus Potter, y puede que si me anime esas sean las siguientes entradas (Pero lo dudo porque soy una vaga). No me puse a escribir a la vuelta del viaje a Canarias porque todo había sido tan perfecto que no tenía ningunas ganas de compartirlo, tenía ganas de gritarle al mundo que era feliz y por lo general para mi, mantener el silencio en este blog es demostrar lo contenta y feliz que estoy (Triste pero cierto). Mi semana allí fue una maravilla, pude pegar mi hombro al que es ahora mi novio y me sentí como en un cuento de hadas. 


Después de casi dos meses de separación, esta vez fue él quien se vino a tierras Valencianas durante tres semanas. Nunca había convivido con alguien tanto tiempo seguido, he tenido una relación larga, pero cada uno estaba en su casa, no 24/7 juntos. La experiencia ha sido como poco curiosa, soy una de esas personas que realmente necesitan su espacio y que se saturan cuando comparten más tiempo de la cuenta con alguien. He tenido mis momentos de agobio y en forma de rebote le han llegado a él, sin embargo por lo general ha sido muy agradable. Podía despertarme todas las mañanas y verle a mi lado al abrir los ojos, y aunque le odiaba un poco por robarme la sábana y no estarse quieto en toda la noche... Lo que sentía al saber que estaba junto a mi, no lo cambiaría por nada (Puede que por un viaje al mundo mágico de Harry Potter dudase.)

Ahora todo se está volviendo difícil, la vuelta de él a casa no es algo que lleve especialmente bien. Para mi los años empiezan en Septiembre, así es como yo organizo mi vida. En Septiembre inicias las clases, te metes en proyectos nuevos y decides la dirección que llevará tu vida en lo que queda de año. Por mi parte he decidido abarcar probablemente más de lo que luego podré cumplir, y lo he hecho para no tener tiempo, realmente me aterra la idea de tener tiempo y sentirme tal y como me siento ahora, vacía, sola y con una meta que está a tan larga distancia en espacio/tiempo que me entran hasta mareos. 

Cuando empiezas una relación a distancia sabes que no va a ser fácil, pero solo lo sabes de forma teórica porque a la práctica, al menos yo, no tenía ni idea, no he llevado relaciones así. Estoy acostumbrada a poder llamar a mi pareja y media hora después estar tomando algo con él, o en las taquillas del cine comprando unas entradas. Ahora no solo no puedo verlo cuando quiera, tampoco puedo mantener contacto con él siempre que quiera y es más duro de lo que pensaba. Sí, soy una persona que necesita su espacio, pero de igual forma necesito compañía y de quien quiero un abrazo no puedo recibirlo.

 Total que cada vez que me pongo a pensar mucho en ello me echo a llorar de pena y desesperación, porque aunque busque soluciones, todas requieren tiempo y paciencia y eso me hace desesperarme más y sentir más pena, vamos que todo se convierte en un circulo vicioso de malestar al que no le encuentro salida. Intento aferrarme a la idea de que todo mejorará, de que con esfuerzo todo se consigue y que al final valdrá la pena, que estaremos unidos y seremos grandes, que nada va a poder con nosotros. Ni el tiempo, ni los 2.500 kilómetros, ni las cuentas corrientes vacías... Pero cuesta lidiar con la idea de que por ahora solo tengo una promesa de encuentro para de aquí tres meses, videollamadas y una camiseta que ocupa un cajón entero porque me asusta la idea de llenar el hueco que él ha dejado.






19 de junio de 2013

Unas horas...

Hará algo más de dos meses tropecé con una persona muy especial, en ese momento no tenía ni idea de que llegaría a ser especial, pero ha ido haciéndose un hueco día a día. El caso es que apareció cuando realmente ya no esperaba que apareciese alguien.

 Lo mejor de él es que es cada cosa que quiero de otra persona, lo peor de él es que vive a unos 2.500 kilómetros de mi. A estas historias de amores a distancia siempre les pasa lo mismo, más de un 70% no llegan a conocerse nunca. Al principio no tenía ninguna intención de tomármelo enserio, la verdad es que no se en que momento dejó de parecerme una opción no ir a verle, "Haz aquello que no puedas no hacer", así que hace 36 días me compré unos billetes, y de alguna forma me metí de cabeza en esta aventura.

Mañana a las 10:35 cojo un avión que me llevará hasta la persona con la que llevo compartiendo absolutamente todo los últimos dos meses, con quien hablo horas y horas, y a quien Skype solo me ha dejado ver pixelado, estoy aterrada.

A ratos me molesta un poco que la gente piense que soy muy segura de mi misma y que siempre estoy tranquila. Ahora tengo mucho miedo, técnicamente son muchas vertientes de miedo...

 Temo parecerle   menos guapa de lo que lleva pensando este tiempo, que le moleste algo de mi y le toque aguantarme una semana, temo que en persona no congeniemos, o que nos irrite la voz del otro (A saber como sonamos al natural), temo que todo sea un desastre  aunque también temo que todo sea fantástico y salga bien, y a partir de ahora se vuelva muy difícil la situación. Pero principalmente y por encima de todo lo demás, temo que esto lo cambie todo y pierda por algo a esa persona que es cada cosa que quiero de alguien.

No creía que fuese a llegar realmente este momento, llevo contando días desde hace más de un mes, y ahora estoy a unas horas de él, con la maleta hecha, con la ropa que me voy a poner mañana preparada, escribiendo esto y ¡Dios! ¡Me he despellejado los labios! 

Estoy nerviosa, asustada, histérica, impaciente y absurdamente feliz (Aunque no acabo de creérmelo) 

¡Ni siquiera tengo ni idea de que es lo primero que voy a decirle!



Bueno, realmente escribo esto, porque si en una semana no doy señales de vida, será porque he sido secuestrada por un maníaco que liga con chicas por Internet, haciéndose pasar por un canario de 20 años buenorro. Tras esto os adjunto su dirección (O lo que él ha dicho que es su dirección) y su numero de teléfono, para que aviséis a la policía y tal.

PD: Es broma, ya me las he apañado para esconder los cuchillos de carnicero en la maleta.

10 de junio de 2013

Por este documento se garantiza mi felicidad.



         El documento exige a los firmantes que se diviertan, que disfruten, que viajes y sean felices durante el tiempo que vayan a estar juntos. 
         Los contratantes no van a hacerse daño, no van a llorar si no es de risa, no van a tener complejos el uno con el otro, van a mantener relaciones sociales al margen de la pareja, no van a vivir juntos para no gastarse, no van a pelearse para después encontrarse y otra vez pelearse, no van a darse celos con otras parejas ni con otras personas ni van a dejar que terceras personas interfieran en su relación. 
         Se comprometen a hablar las cosas antes de que llegue la incomunicación y a que, si uno de los dos decide que hay otra persona en su vida que merece más la pena que la otra parte contratante, la otra parte contratante lo entenderá y lo admitirá sin dramas y sin dolor. 

  Firmas de los contratantes .





Autora: Mara Torres
La vida imaginaria. 


Soy poco de usar las palabras de otros, pero este fragmento de La vida imaginaria me parece tan perfecto...


21 de mayo de 2013

Writers Write

     Me apetece escribir, tengo una especie de pelota en el pecho que quiere deslizarse por mis dedos hasta escuchar el "clac-clac" del teclado, esta pelota lleva un tiempo instalada, a veces se me olvida que está ahí. 

    Últimamente cuando he intentado escribir no ha salido nada, hace bastante que me hice plenamente consciente de que para mi escribir no es un placer o una afición, para mi hacerlo es una necesidad. Es mentira que en este tiempo de silencio no haya escrito, he escrito mucho, pero nada que pudiese ser colgado aquí. He escrito cartas que he mandado, otras que nunca serán vistas por las personas para las que fueron escritas y algunos otros textos que puede que algún día salgan a la luz. 

    Que no haya podido escribir nada para publicar, me ha hecho pensar mucho sobre por qué escribo, o mejor sobre por qué escribo lo que escribo. Los textos que consigo cuando estoy enfadada o dolida  son sin duda mucho más interesantes y divertidos, sin embargo cuando mi vida va bien, no solo no sé que decir, si no que además cuando lo intento salen cosas bastante flojas de las que no me siento orgullosa. 

    De alguna forma debería estar contenta porque significa que ahora todo va bien, pero incluso cuando todo va bien yo tengo que buscarle la pega al asunto. Echo de menos mis palabras, mi inspiración, la constancia de tener algo que decir, ser frases durante un rato...

     Aun así haré caso a algo que me dijeron no hace mucho "Vive felizmente mientras puedas, y cuando todo se hunda piensa que siempre podrás escribir sobre ello"


28 de abril de 2013

Pablito clavó un clavito...

           Esta vez es mentira eso de que un clavo saca otro clavo, porque yo tenía un clavo clavado, tan clavado que dolía cada vez que respiraba. El clavo llevaba tiempo oxidado y pensé que tal vez lo que tenía que hacer era buscar otro clavo para sacarlo, y así me vi rodeada de clavos que por mucho que se clavaban no sacaban al primer clavo. 
             Entonces llegaste tú, con el martillo de carpintero, que tiene eso de sacar clavos, y a base de chistes los has ido quitando todos, incluso el que estaba clavado hasta el fondo y que ya no sabía como sacar. 
           Y podrías haberte metido tú en mis huecos, pero aquí estás, cerrándolos con masilla y paciencia... Así que puedes coger el trozo de madera entero si te apetece, te dejo que me cuides, te dejo que me tengas, mientras no te claves y duelas. 


24 de abril de 2013

I'm going to die alone.


Hoy voy a escribir para mi, lo necesito. A menudo se me olvida que la meta que persigo en esta vida no es gustarle a los demás, si no lograr gustarme a mi misma, es más, la mayor parte del tiempo que paso intentando gustar al resto, no me gusto nada yo.

La vida me parece como una cuesta hacia abajo. Hay quien tiene vidas empinadas y otros que prácticamente viven en la llanura. A veces la cuesta se pronuncia y otras veces aparece una escalera mecánica que te baja durante un tramo.

La verdad es que no creo que mi vida sea una pendiente pronunciada, diría que a menudo está llena de césped, flores y mariposas. Las cosas suelen salirme como espero, como todos tengo mis momentos, pero por lo general la cosa avanza sin sobresaltos. Se me da bien hacer muchas cosas, no tengo problemas económicos, mi salud (o no salud) no me incordia muy a menudo, puedo permitirme hacer cosas que me gustan, como viajar, ir al cine o pasearme los días que hace sol. Tengo amigos que me quieren, mi familia me apoya en las decisiones que tomo, y el seguro del móvil me cubre uno nuevo cada vez que me roban el mío (Que no han sido pocas veces). No tengo vicios insanos (Si no contamos las dioptrías que me está creando mi adicción al pc) y sonrío cada dos por tres sin mucho esfuerzo.

Pues bien, una vez revelado todo esto, diré que no sé ser feliz, que en algún punto de mi cuesta me tropecé y desde entonces la bajo rodando. Tengo tanto miedo de que me hagan daño, que me hago daño antes de tiempo para ir preparando el golpe.

Es verdad que hay cosas en la vida que no me han ido tan bien, no es que hayan sido terribles, pero si es cierto que de alguna forma me han trastocado, y ahora, aunque quiero creer que tengo derecho (¡Que me merezco!) cosas buenas, a la práctica no lo aplico. Soy una masoca emocional y cuando no son otros los que me hieren, soy yo misma la que lo provoca, podría frenar el descenso, pero no tengo ni idea de como hacerlo. A ratos me encuentro peleando contra algo que no existe, peleando contra mi misma y pensamientos negativos que no sé como detener.

Intento abstraerme reinventándome, me busco nuevos caminos cuando siento que la realidad puede conmigo. Pruebo cosas nuevas, cambio mi estilo o mi pelo, busco amigos distintos, me propongo metas diferentes, me compro billetes de avión o cato géneros literarios que no me he molestado en leer antes. Hago cada una de estas cosas esperando que al final daré con la que me haga feliz, absolutamente feliz y durante un tiempo funciona, pero a la larga o bien esas cosas ya no quieren quedarse conmigo, o por el contrario soy yo la que de nuevo regresa al punto de partida y se siente perdida en su propia vida. Quiero por encima de todas las cosas tener algo que no me haga sentir gris, pero cuando llevo un tiempo sintiéndome rosa, el rosa se vuelve oscuro y acabo volviendo al tono asfalto.

Me siento una caprichosa. Si en mi vida no hay ningún problema grave ¿Por qué me siento tan vacía? ¿Por qué la mayor parte del tiempo parece que todo carece de sentido? ¡No me falta un brazo! No se me ha muerto nunca nadie, no he tenido que pasar por un divorcio, no me han violado, no me muero de cáncer, no paso hambre, no soy alérgica al gluten... Me autocastigo constantemente, me exijo mucho y no cumplo nada, y me enfado conmigo misma por exigirme demasiado y también por no hacer nada de lo que me exijo. Creo que lo doy todo cuando probablemente no esté dando nada. Siempre quiero más de los demás aunque los demás me den todo lo que tienen, y a la vez no se aceptar las cosas que me dan porque me parece egoísta cogerlas “Seguro que alguien lo merece más que yo”. Parezco segura y serena, pero mi cabeza es una batidora sin tapa. Consigo controlarme la mayor parte del tiempo, pero hay días (Como hoy) que mi pesimismo me gana la ronda y a base de ideas absurdas y agotadoras me deja cao.

Me siento muy perdida y ya que estamos confesándonos diré que normalmente lo único que quiero es un abrazo, aunque lo que me merezca sea un capón.

Pienso demasiado y me salta constantemente el cortocircuito en forma de lágrimas, gritos o palabras, mi cerebro se ha convertido en un amilanado introvertido, y para compensar todo este desastre, está la mascara de la tipa dura que sabe que puede comerse el mundo y que de hecho lo hará. Pues bien, de ella hablaré poco, porque la verdad es que todo esto se la trae al pairo. Cuando todo es caótico sale y arrasa con lo que se le ponga por delante, me levanta del suelo, me da unos azotes y me dice “O caminas o camino” así que ambas, la blanda y la dura caminamos, la blanda como puede, la otra con mucho estilo. Y ese es mi día a día, sin saber muy bien quien soy, sin ningún tipo de constancia, sin ganas, sin abrazos, sin  un buen motivo para existir, y sobre todo, y por encima de todas las cosas, sin puñetera idea de que quiero ser de mayor.  



15 de abril de 2013

Verona/Venecia

He pospuesto escribir esta entrada demasiado, siempre encontraba algún motivo absurdo para hacerlo, pero ya toca, porque si no al final carecerá de sentido. 
Cuando compré en un impulso los billetes para irme a Verona lo cierto es que lo que buscaba era una salida de emergencia a lo que me estaba quemando por aquí, tampoco medité mucho al respecto y no me di cuenta de que no puedes huir de los problemas si estos están en tu cabeza. En fin, al volver seguían presentes pero si es verdad que mientras estuve allí pensé poco. 


Verona, ciudad de Romeo y Julieta, romántica donde las haya, llena de encanto (Siempre que no se ponga a llover, si se pone a llover te cagas en todos sus muertos porque por algún motivo no hay cornisas en las que guarecerse). Pequeña, bonita y llena de amor de las formas más peculiares. 


A mitad de estancia allí teníamos (El amigo al que fui a visitar y yo) programada una escapada a Venecia para pasar dos días, ninguno había visto la ciudad y ambos teníamos grandes expectativas puestas en ella.

 Venecia es preciosa. Durante los primeros treinta minutos encontrarse con canales, barcas, casas antiguas y tiendas llenas de mascaras resulta fascinante, luego cuando te toca cruzar otro jodido puente o das con un puto callejón sin salida te das cuenta de que nunca, JAMÁS, la elegirías como ciudad para vivir. 


Tras mucho caminar llegamos a la conclusión de que en caso de una invasión zombie era de los peores sitios donde te podía pillar. Por un lado por que no sabes si una calle te llevará a un muro o a un canal, porque el agua se llenaría de muertos y no habría forma de entrar en ella, porque las calles son un enredo y sin mapa no hay quien se aclare, porque no hay opción de escalar por ningún lado y porque en toda Venecia solo encontramos 2 supermercados.


Es bonita, claro que sí, adoré perderme por ella, y eso de que huele mal es un mito que ha extendido gente remilgada, no es para tanto. Las calles acaban pareciendote todas iguales, vuelves sin darte cuenta a puntos en los que ya habías estado, las cosas son muy caras y a las calles se olvidan de ponerles el nombre para que no te pierdas.


Pero como ya he dicho me gustó perderme, total, estaba en buena compañía que era lo que importaba. Andé como no andaba en mucho tiempo, me rompí las botas, me dejé un pastón, me comí un donut delicioso y tropecé con el parking de las gondolas. 


El viaje fue lo que esperaba, encontré la calma que necesitaba (la vuelta ya fue otro cantar) y en él hice el mayor descubrimiento de los últimos meses. 


9 de abril de 2013

Siempre ella.

         Anoche hablaba con un chico y no se como acabó nombrando a su ex, después de enseñarme una foto en la que comprobé que la chica en cuestión era preciosa, me dijo: Pues si te parece bonita por fuera, por dentro lo era mil veces más, ha sido la única persona de la que me he enamorado. 
        Esto me hizo pensar que yo sé que ninguna de las personas con las que he estado al terminar nuestra relación han ido diciendo lo preciosa y encantadora que era yo, la esencia perfecta que había en mi interior, lo bonita que estaba al despertarme, que solo me han amado a mi de verdad... 
         Creo que estoy cometiendo un grave error en lo que respecta a mi vida sentimental... Y es el de no buscarme a vírgenes muertos de ganas de enamorarse.



29 de marzo de 2013

Payback

Me chifla la idea de ser una mala persona, bueno no mala, pero si una de esas personas a las que le da absolutamente igual las consecuencias de sus actos, los rechazos, los fracasos y la moral. Ayer entre copas le confesé esto a mi amiga Clara, le dije que me moría de ganas de elegir un hombre al azar y destrozarle la vida, ver que se siente, ver si de verdad es tan divertido como para que ellos lo hagan constantemente. Me contestó que suponía que solamente cuando ya te has llevado cientos de palos te da todo igual. No sé si los hombres se han llevado cientos de palos, no sé si me los he llevado yo pero tengo una cosa clara y es que eso no es una justificación, soy totalmente consciente de que ser malo porque han sido malos contigo no es un buen argumento. No, yo quiero ser mala por el placer de ser mala, me río de los demás porque me gusta hacerlo y si elijo a un pobre desdichado y le destrozo la vida será por el gusto de hundir a alguien, nada de venganzas, nada de rencores, solo porque sí.
Ayer me decidí a iniciar mi vil plan, se que se debe hacer con cuidado, poco a poco, no me vale el primero que me cruce, se alcanza la perfección de las cosas después de mucha prueba y error, así que el plan era tantear el terreno masculino y un “A ver que pasa”.

La situación es que Clara y yo estábamos en un pub bailando. Cuando una mujer va a un pub tiene dos opciones, esperar a que hombres le entren (hombres a los que les da igual si eres tú u otra) o entrarle a alguno que te pueda parecer algo especial, bueno, yo no buscaba a nadie especial ayer por la noche, buscaba a un tipo vulgar y desesperado, desesperado no porque Clara y yo seamos criaturas del averno, desesperado porque le da igual pera que manzana que melocotón. 

Se acercó a nosotras preguntando “¿Por qué bailáis tan juntas?” el chico era guapete la verdad, alto, moreno... Se notaba que invertía tiempo en el gimnasio y que sabía que estaba bien físicamente. En ese momento Clara podría no haberme seguido el juego, pero de alguna forma a ella debieron cruzársele los cables igual que a mi. “Porque nos gustamos” contesté con todo el morro del mundo arrimándola más a mi, “¿Pero sois novias?” dijo él abriendo los ojos como platos “No lo somos porque ella no quiere” le respondí, él se rió y como hombre morboso de acercó más a nosotras, no me hizo mucha gracia que decidiera cogernos por la cintura pero bueno era parte de la escena “¿Y porque no quieres salir con ella?” le dijo a Clara , ella en su perfecta interpretación puso los ojos en blanco y soltó un bufido “Es que me va a hacer daño si salgo con ella, porque a ella le gustan todos y todo y seguro que me es infiel”. El tipo se volvió a reír y entonces se giró hacia a mi, soltó a Clara y literalmente me agarró del culo para acercarme a él “Y si te gustan todos ¿No te gustaría probar conmigo?” Llegados a este punto llegué a la conclusión de que él era gilipollas ¿Enserio ella te dice que me quiere y que eso le duele y entonces tú optas por sugerirme sexo a mi? Me encogí de hombros y me acerqué al oído de Clara, me reí del tío contra su oreja, le pregunté que quería que hiciéramos, me contestó que putearle un poco más.

Y así, sin comerlo ni beberlo estábamos en una avenida apunto de pillar un taxi con el tipo para irnos juntos a casa de Clara, podría decir que sentía que la situación se me escapaba de las manos, pero no sería cierto, me sentía una mala pécora que no una zorra, no pensaba tocar al tipo ni aunque me ofreciese dinero, no pensaba besarle y por supuesto no pensaba llegar a subirlo a casa de ella. Sin embargo él no dejaba de hacer intentonas de aproximación que nosotras tolerábamos hasta cierto punto, era un baboso.

No pasaban taxis y él estaba allí presumiendo de que ya había hecho un trió antes, de que nos lo íbamos a pasar muy bien, de que iba a satisfacernos a ambas y un montón de sandeces que se acumulaban en el saco, supongo que iba más cachondo que un mono pero el tío era una prepotente. Me giré hacia Clara, respiré hondo y de algún lugar de mis entrañas, mi parte teatral salió a flote, “Clara yo no quiero hacer esto, yo no quiero compartirte con nadie” Ella boqueó, ahí estábamos mirándonos a los ojos como si de verdad fuésemos pareja o algo por el estilo, “Pero...Yo creía que tú...” La corté “No enserio, es que ya no puedo más con esto, yo no quiero mierdas así, yo te quiero a ti y ya está” fue algo así, probablemente en el momento fuese mucho más cutre pero me estoy tomando algunas licencias literarias, entonces ella hizo algo que yo no esperaba, se echó a llorar, se agachó y se echó a llorar. No se como no me despollé allí mismo. El tipo se acercó hacia ella y antes de que llegase ni a tocarla le cogí del brazo “Es mejor que nos dejes en paz, no es un buen momento” me miró como si acabase de hacerle la putada del siglo “¿Pero entonces lo de esta noche nada?” Puto insensible ¿Mi novia esta llorando en el suelo y tú no dejas de pensar en sexo? “Como comprenderás pues no” “Joder...”

Me acerco a Clara, la levanto, levanto la mano para parar el único taxi que pasaba en un rato y una vez ya dentro cuando el conductor arranca Clara deja de taparse la cara, sonríe como una de las malas de alguna película y le dice al tío adiós con la mano.
No se que conclusión sacar de todo esto, es más no se como dejar de reír. La vida es un aburrimiento, la gente por lo general es basura y supongo que ya ha dejado de darme igual ser la mala de la peli. 


T̶o̶d̶o̶ ̶p̶a̶r̶e̶c̶i̶d̶o̶ ̶d̶e̶ ̶e̶s̶t̶a̶ ̶e̶n̶t̶r̶a̶d̶a̶ ̶c̶o̶n̶ ̶l̶a̶ ̶r̶e̶a̶l̶i̶d̶a̶d̶ ̶e̶s̶ ̶p̶u̶r̶a̶ ̶c̶o̶i̶n̶c̶i̶d̶e̶n̶c̶i̶a̶ ̶

28 de marzo de 2013

Archer


Easy come, easy go
That's just how you live, oh
Take, take, take it all,
But you never give

25 de marzo de 2013

Disculpa de una maltratadora hepática.

Me he recuperado de mi maltrato hepático, mi hígado y yo hemos hecho las paces, le he prometido no volver a herirle, me ha creído y ya está en casa otra vez, donde tiene que estar dado que es mi higado y ninguna otra persona debería ponerle la mano encima. Me siento muy arrepentida por hacerle daño, no soy yo es la sociedad que me obliga, me dice que sea dura, que me integre, que no me deje engatusar... No me doy cuenta que precisamente la sociedad es lo que hace, atraparte. 

Mi hígado siempre es muy bueno conmigo, hace lo que debe hacer cuando lo debe hacer, al llegar a  casa siempre me tiene la bilis preparada y me sintetiza perfectamente las proteínas plasmáticas.Elimina de mi sangre todo tipo de sustancias nocivas.

 No se valorarle... Es lo que pasa con las cosas que has tenido siempre, que no las echas de menos hasta que las pierdes, yo no quiero estar sin él, me hace sentir viva. Si no lo tuviese no sé que haría, no sé como seguiría adelante. Probablemente moriría. A veces me asusta esta dependencia que tengo, es casi enfermizo, aunque me pasa también con algunos otros órganos, no soy infiel es que me gustan, me hacen tener un motivo para levantarme por las mañanas, pero él, mi hígado... No es que lo haga aposta, no es que piense en destrozar su vida, lo cierto es que no pienso y eso es lo peor, no medito que mis actos tal vez lo vayan quebrando poco a poco; pero cuando estoy triste, cuando necesito una salida, cuando salgo con otras personas y hay que entrar en un sitio abarrotado con música terrible tonteo con el alcohol y le doy una paliza a mi hígado, él no se queja mucho, lo aguanta en silencio por ahora... 

Por eso estoy aquí, porque quiero curarme, porque yo no quiero que vuelva a abandonarme, el páncreas no me lo perdonaría, se que va a ser un camino difícil y duro, pero él para mi es más importante que cualquier otra cosa... Espero que pueda perdonarme. 

-¿Este jueves quintos? 
-Bueno vale, pero no se lo cuentes a mi hígado que luego no me metaboliza bien los lípidos.


16 de marzo de 2013

Historia de un maltrato hepático: Parte 1.

Definitivamente ayer lo más raro que me pasó no fue beber absenta, vodka y cerveza y no emborracharme, tampoco fue coincidir en el mismo grupo de fiesta con mi ex y que él decidiera al principio no saludarme y después de dos horas de marcha me estrechase la mano diciendo "Señor", tampoco lo más raro fue ser estrujada por un mogollón de gente en el metro y que mi mayor preocupación fuese "Espero que nadie tenga piojos", ni que una tuna entrase en el vagón y se pusiera a cantar canciones con acento sevillano. Lo más raro, más raro que me pasó ayer, fue ver a una mujer de unos cincuenta años borracha cogiendo un cordón que colgaba de un balcón y atándolo al retrovisor de un coche cercano, estaba siendo malota y no pude evitar preguntarme ¿Por qué? ¿Qué motiva a una persona con medio siglo sobre las espaldas a hacer una tontería así, digna de un niño de diez? Aparte de que no creo que fuese una mujer muy inteligente llegué a la conclusión de que la causa era el aburrimiento y tal vez cierta frustración, pues bien, la moraleja de todo esto es que con veinte años me aburro pero me queda una vida entera de aburrimiento, y que cuando tenga cincuenta estaré aburrida como una ostra y el único motivo por el que ataré o no cordones entre coches será el grado de vergüenza y educación que habrá en mi.

10 de marzo de 2013

Yo y los hombres: ¿Por qué si son simples...

yo no les entiendo?

       La primera respuesta que se me ocurre es que no les entiendo porque yo soy  más simple que ellos y mi capacidad intelectual no da para más, así que he intentado pensar como pensaría una persona simple, pero nada, una de dos o me paso de inteligente o es que sigo sin llegar a su nivel de conocimiento sencillo. 
        Lo cierto es que soy una persona que dice las cosas como las piensa, cuando quiero algo digo lo que quiero y cuando algo no me gusta dejo claro que no me gusta, tengo mis momentos de arrastrarme (Porque por algún motivo creo que vale la pena) pero el caso es que lo que digo no queda en un saco roto. Siempre había pensado que los tíos eran también así, era fácil llegar a esa conclusión dado que si los hombres son simples por extensión los hombres dirán lo que piensan y no lo contrario a lo que piensan... Esto me lleva a la siguiente especulación, probablemente los hombres sí dicen lo que piensan, pero como son simples y sus ideas se asientan poco esa afirmación que han hecho  se evapora a los minutos u horas o días.
      Tengo anécdotas y anécdotas de situaciones incomprensibles y por más que mi cerebro (De mosquito al parecer) las analice, no encuentro la forma de descifrarlas. Por ejemplo no entiendo aquella vez que invité a un chico a dormir a mi casa, en mi cama, conmigo y ya está, durmió, tampoco entiendo por qué y en qué momento mi ex empezó a verme como a una hermana, ni cuando a él se le cruzaron hace unas semanas los cables y decidió que había sido suficiente. 
        Pero ya me da un poco igual, no estoy enfadada, solo me siento tonta por no ser capaz de leer vuestra corriente de pensamiento, ¿No era más fácil una explicación? es decir ¿No era más simple un... "es que esto no me interesa"? Puede que todo sea culpa de las otras mujeres, de las mujeres retorcidas que no saben decir lo que piensan como lo piensan y marean la mente masculina, a lo mejor sois todos muy complejos y aquí la única simple soy yo, o es que todos sois muy simples y yo soy tonta del bote.
       Así que he tomado una decisión y es que no quiero entenderos, solo quiero disfrutaros.

Es que nano ahora ni con sexo se les compra ¿A dónde hemos llegado?

5 de marzo de 2013

Yo y los hombres: Que no saben leer el ambiente.

Tenía fe en que me pasase algo muy interesante esta última semana, pero como ha estado lloviendo y cuando llueve yo no salgo... Nada, vacío, aburrimiento absoluto.  Así que he recurrido a temas del cajón que bueno, tarde o temprano hay que sacar. 
Hace tiempo una amiga me habló de esas personas que no saben leer el ambiente, son gente que tienen capacidad nula para discernir sobre lo que deben y lo que no deben hacer, tienden a meter la pata y ha convertir una situación incómoda en más incómoda todavía, se les caracteriza por estar fuera de lugar. 

Ejemplo: 
Pepito y Fulanita están teniendo una discusión bastante fuerte, llega el sujeto T (De torpe) y dice: ¡Uy! ¿Estáis enfadados? 

Pues sí, estamos enfadados y tú retraso me abruma. 

Me encanta la frase de "Calla ahora y calla para siempre" 

Ahora abordemos el tema que nos concierne. Hay muchos hombres que no saben leer el ambiente, que no logran comprender que pasa por la cabecita de la mujer que tienen delante, bien es cierto que nosotras tenemos una corriente de pensamiento la mar de retorcida pero lo obvio es obvio. Aquí va mi revelación:

Si ella no te ha dado ningún indicio de que le gustas lo más probable es que no le gustes.
(Excepciones hay en todas partes) 

Si ella te trata como un amigo, no tontea contigo, habla sobre otros chicos (en especial uno que le gusta mucho), no suele seguirte las bromas sexuales que  haces y no elabora planes de futuro contigo,  lo más probable es que no esté interesada en ti como tú sí lo estás en ella. Para, detente, piensa que estás haciendo, deja de presionarla, no le digas que el resto del mundo no sabe valorarla, que solo tú la ves de verdad y que harías cualquier cosa por ella, porque amigo, tú lo sentirás como  algo bonito y romántico, pero si no le gustas de esa forma especial que desearías... resultas un poco creepy.

Es realmente terrible cuando te ponen en esa situación incomoda en la que tú sabes que le gustas a la otra persona, pero esa persona no se ha declarado, solo se limita a acercarse a ti mediante movimientos dignos de un tetrapléjico y tú no puedes hacer nada, no puedes decirle "Oye, que...  no me gustas." Porque claro, decirle algo así es ser un  prepotente y tiene fácil respuesta "Pero si yo no te he dicho nada, te lo tienes un poco creído ¡eh!" bueno pues no, no me has dicho nada pero tus palabras me lo estaban diciendo todo... No sabes tantear el terreno, no tienes ni idea de leer el ambiente.

Escribir esta entrada me ha hecho darme cuenta de las veces que yo directamente no es que no lea el ambiente, es que cierro los ojos y me hago la ciega.


28 de febrero de 2013

Estupideces del amor.

No pensaba hablar de esto, pensaba hacer una entrada relacionando a la gente con los zapatos, pero ayer sucedió algo que me encendió la luz y que no puedo callarme. 

Iba yo en el autobús con una compañera de clase, cuando dijo algo que me dejó a cuadros, no es que hablase de política, ni de el sistema económico capitalista, no es que hiciese referencia a la pena de muerte o al genocidio nazi, no, ella dijo: ¿Sabias que el hermano de X es piscis como yo? Con un tono de voz que bien podría usar el presidente del gobierno para decirnos que ha encontrado la solución a la crisis. 

Resulta que X es el chico con el que tiene algo y por algún motivo de persona enamorada, tenía todo el sentido del mundo contarme a mi que el hermano de este chaval es piscis, como ella. No entendí nada, es decir, no entendí porque tenía la necesidad de contarme algo así, por eso me puse a darle vueltas al asunto, en silencio claro, porque ella seguía hablando sobre él, sobre que le cuesta leer su tono de voz, que no sabe si siempre va de broma, que si no se que canción le recuerda a él, que si... (Revelando esa imperante necesidad de intentar buscar conexiones entre los dos.)

Pues bien, resulta que cuando nos enamoramos se dan lugar  ciertos procesos químicos en nuestra cabeza, como la segregación de dopamina (Y no hablaré mas sobre química para no pillarme los dedos), el caso es que este proceso hace que el enfermo, la persona enamorada, perciba la realidad y el objeto de su amor de una forma completamente distorsionada. Idealiza a la otra persona y durante las 24 horas del día piensa en ella y como piensa en ella pues habla de ella y como habla de ella inevitablemente acaba diciendo cosas rematadamente estúpidas que no vienen a cuento, pero mi amiga no tiene la culpa, ningún enamorado la tiene, es esta sensación de felicidad que la embarga la culpable de que diga cosas como esas.

Un poco contrariada con el tema me puse a hacer memoria, sobre si yo también había dicho flores de este calibre, fue terrible descubrir que efectivamente había caído en la enfermedad, no una vez, ni dos, ni tres, había hablado y hablado sobre tipos que hacían cosas que realmente no le importaban un pimiento a la gente de mi alrededor. Me gustaría disculparme por esto, pero no lo haré, yo no controlo cuando mi cerebro decide que me convierta en un pato mareao.

"¿Sabias qué si fulanito y yo juntamos las manos su mano es más grande?"
"Pues el otro día Pepito salió de casa y se olvidó coger la merienda, ¡Que cabeza eh!"

"Menganito pone una cara supermona justo antes de estornudar" 

y mi favorita: 

"Si yo hubiese ido a nosquelugar nosequedía a nosequehora puede que hubiese conocido a Zutanito antes ¿Qué coincidencia no? Porque yo estuve apunto de ir, pero no fui porque blablabla y aun así al final nos hemos conocido, estábamos predestinados." 



23 de febrero de 2013

Yo y él.

No siempre me trata bien, es huraño y ácido, no tiene miedo a hacerme daño a veces y suele huir cuando algo no le gusta, se enfada a menudo y no siempre tiene ganas de hablar, me esconde, me hace sentir pequeña, como una canica en su bolsillo. Me exaspera, trae con él una tormenta de ideas, me altera más que me calma, pero cuando lo hace todo es silencio, el mundo se esfuma, desaparece y los problemas parecen menos problemas y tengo ganas de sonreír, sonreír de verdad. La complicación surge cuando él se vuelve un dilema, cuando duele, cuando entra en esa capa hermética a la que yo no estoy invitada. 

La mayor parte del tiempo me muero de ganas por gritarle, no algo en especial, solo gritarle o pegarle con un almohadón en la cara ¡Idiota, más que idiota!¿¡Quieres abrazarme de una vez!? Pero ni yo le grito ni él me abraza y todo sigue estático, tampoco puede ser de otra forma, no lo ha podido ser nunca. 

Me gusta verle sonreír, sobre todo si la culpa es mía, me encanta oírle reír y adoro como me mira, daría un año de buen tiempo por enterrar la nariz en su cuello, aspirar con fuerza y ponerle pausa a la vida, al menos hasta que su olor se quedase bien grabado en mi cabeza. Quiero acariciarle, aprenderme cada centímetro de su cuerpo de memoria, quiero besarle, morderle, arañarle, lo quiero a mi lado, encima y debajo, lo quiero cerca muriéndose de risa y lleno de rabia. 

Quererle es como querer a un personaje de libro, delicioso pero imposible. Quererle a él es caminar sobre seguro, aunque escueza ni siquiera es un riesgo, es andar por la parte de la piscina que no cubre, no hay sorpresas, no reales, sabes que va a pasar y sabes que tiene fecha de caducidad por razones obvias, sabes que llegado el momento ninguno de los dos peleará por el otro, cada uno se queda en las páginas de su historia. Quererle es como aguantar la respiración en los momentos feos y llenarte los pulmones en los bonitos. Es vida.

Le busco en todas partes, en las palabras de otros, en cuerpos parecidos, en prendas de ropa, en sonrisas ajenas, en voces, en labios... Le encuentro en todas partes, en las noticias, en fotos, en canciones, en momentos del día que me hacen desear correr hasta él para contarle lo que acaba de pasar... Ahora todos se llaman como él, aunque ninguno lo hace realmente, será el mismo nombre pero cuando lo digo no suena igual, no retumba, no hay escalofríos.

Él es mis ganas de crear, mis noches de no dormir, mis silencios raros y mi tema recurrente. Mi mayor engaño, el siguiente paso tras la novela romántica y las películas de amor, todo lo que quiero que no me atrevo a  tener.

Mi nunca jamás.


19 de febrero de 2013

Yo y los hombres: Que están de broma.

¡Oh por Dios! Se un hombre y asume lo que has dicho.

Todos sabemos en que siglo vivimos y para los que no tengan ni idea yo os iluminaré, estamos en el siglo XD, el xD tiene un poder mágico que nos libra a todos de momentos incómodos, podemos decir lo que se nos ocurra que esas dos letras mágicas nos libran de la culpa, por ejemplo no es lo mismo decir "Eres una puta" que decir "Eres una puta xD" o "Voy a matarte" que "Voy a matarte xDDD" a más D's más te libras de la culpa, pero lo cierto es que esta no es una expresión nueva que no solo empobrece nuestro vocabulario si no que confunde al personal, esto viene de tiempos remotos, es el paralelo de "Era broma" tan popular entre el género masculino. 

Esta semana me he tragado tantos "Era broma" que me han causado indigestión.

El "Estaba de broma" de un hombre, es la retirada menos digna que puede elegir, estudios científicos recientes demuestran que es la frase a la que recurren cuando ven que la jugada no les ha salido bien y deben huir de alguna forma. "¡Oh cielos! Le acabo de decir de serle infiel a mi novia con ella y me ha rechazado porque dice que los tíos así le dan asco ¿Qué hago? Uhmm - Era broma jeje- Uff ya está arreglado, de la que me he librado." Porque claro, sí la cuelo la cuelo, y si no, pues siempre tendré la opción de perder un trocito de mi dignidad. 

-Creo que me gustas. 
-¿Cómo? O.o 
-Nah que era broma, que era para ver como te lo tomabas.

¡¡MECK!! Error.

No hay nada menos atractivo que un hombre que hace el ridículo de esa forma, es cierto que a todos nos jode tener que recoger nuestras meteduras de pata y cargar con ellas, pero el "Era broma" no es una forma de quedar mejor, no puedes llamar gorda a una mujer y luego decirle que no lo decías enserio, no puedes ser rechazado y para salirte por la tangente recurriendo a la triste idea de que tienes un humor que la otra persona no ha comprendido, no era broma, eres tú que te has visto hundido y te ha jodido. 

Con esto no quiero decir que no se use el "Era Broma" nunca, cuando es broma es broma, pero  cuando  os pillamos en ese "¡Mierda la he cagado voy a decirle que era broma!" de verdad, de verdad que sí, soy los responsables de un gran FacePalm.


15 de febrero de 2013

Especial San Valentín: Como he sobrevivido.

Muestra de mi odio.
Hará aproximadamente un año conocí al amor de mi vida, era una CPU negra con el botón de encendido en azul, preciosa, llegó defectuosa, la tapa que se cerraba mal, pero esto es como cuando le preguntan a alguien eso de: ¿Que pasaría si tuvieses un hijo enfermo?  y contesta la gente: Lo querría igual, incluso más. Pues yo la quise mucho más y guardé las piezas rotas para pegarlas algún día, claro que dudo que haga. 

El amor de mi vida lleva desde hacía una semana ayudándome a afrontar el día de los enamorados. Comparto con San Valentín una profunda relación de amor/odio. Amo el amor, es lo que mueve mi mundo, lo que le da sentido a todo, es un tema que me preocupa, si no no escribiría toda esa basura que escribo y que vosotros leéis, me encantan las novelas de amor, las películas de amor, las canciones de amor, las fotografias de parejas, y las moñadas que envuelven todo el asunto, pero odiaba, odio, el hecho de no tener a alguien a quien dar y de quien recibir amor el día de San Valentín. No me importa que la gente crea que es un día comercial, no me importa que lo sea, lo que me importaba es que este año yo no iba a poder decidir si celebrarlo o no, dado que el día de los enamorados me había excluido por no estar enamorada ¡Pero es que yo estoy enamorada del amor! (Y de mi Pc).

Para superar el día de San Valentín, escuché  muchas canciones deprimentes, me puse  topicazos como "Pretty Woman" y preparé frases para odiar al amor.

Ayer por la noche sufrí un bajón, pero nada que un gelocatil no solucionase. 

Esta mañana, al despertar, le he mandado todo mi desprecio a Cupido, he corrido hasta twitter y lo he llenado de frases destructivas, de bilis, de enfado y de resignación, luego me he ido a la ducha y el amor enfadado ha hecho que se me apagara el calentador con el pelo por enjuagar, pero he sido más fuerte que el amor y he superado los contratiempos que me ponía. Como venganza, he vuelto a hablar muy mal de él, le he sacado la lengua y he continuado con mi vida. 

El amor de nuevo a intentado hacerme daño, cuando a media mañana un tipo con pareja me ha propuesto tener sexo para que no me sintiera tan sola, he odiado al amor por ello, y he despreciado al tipejo por sinvergüenza. Aun sin rendirse el amor me ha mandado a otro Don Juan, que mientras me decía de quedar a mi se lo decía a otra conocida, a este también lo he mandado a paseo, porque el amor puede ser un niñato consentido, pero yo se que en el fondo esconde mucho más, ya se le pasaría la rabieta. 

Y se le ha pasado. 

Mi día de San Valentín ha sido un día de amor moderado, mediante él y yo nos calmábamos todo empezaba a fluir, y mientras caminaba por la calle para reunirme con un amigo con el que pasar las horas que quedaban de este día de disputa con el niño del arco y los pañales, me ha llegado mi sms pactado. Sí señores, pacté un sms de amor, y aunque todo estaba preparado, incluso mi dulce respuesta, me ha sacado una sonrisa. El resto de tarde la he pasado hablando de desamor, escrotos con forma de corazón e hijos, entre comida china y libros de autoayuda.

He vuelto a casa queriéndome mucho, he vuelto a casa perdonando al amor, porque aunque el amor se enfada a veces y yo me enfado con el amor, al final resulta que ambos nos queremos, solo que no siempre queremos encontrarnos en los mismos sitios.

Pero al volver a casa... 
Siempre está ella para mi... 
Tu y yo CPU.


12 de febrero de 2013

Yo y los hombres: Ellos no siempre tienen la culpa.

-¿Y qué pasó? 
-Pasó la vida.  


Después de que el chico que no quería hacerme daño leyese la entrada y ofendido pusiera un punto y final a la historia, lo mejor que pudo pasarme fue tropezar con "My Blueberry Nights". Llevo unos dias debatiéndome entre colgar esta entrada aquí o en el otro blog, pero al final, dado que voy a reflexionar al respecto con asuntos personales, he optado por este. 
My Blueberry Nights es una película protagonizada por Nora Jones, Jude Law, Natalie Portman y Rachel Weisz entre otros, me sorprendió no haberla visto antes, pero lo cierto es que llegó en el momento adecuado.

El amor infiel, el amor perdido, el amor destructivo, el amor paternal, el amor que viene, el amor que se va... Es una película de amor y desamor, que te hace ver como las cosas igual que empiezan se acaban y que para avanzar lo único que se requiere es tiempo. Siempre me ha costado acabar las cosas, es irónico porque la responsabilidad es la misma al inicio que al final, pero parece que el inicio llega solo y que el final es una decisión, yo siempre suelo huir por la puerta de atrás, no me gusta despedirme. Soy algo cobarde, prefiero propiciar la situación para que la otra persona se marche y así vivir en la perpetua contradicción de ser la mala y la buena a la vez. No se dejarme querer y tampoco se quererme.

Cuando entro en una situación que no me gusta pienso cosas peores por las que ya he pasado y superado, no me doy cuenta que así no soluciono realmente el problema, si no que vuelvo hacia atrás, mi vida el 50% de las veces no avanza porque aun estoy atrapada en historias pasadas de las que creí haber huido pero que siguen haciéndome daño.  No se olvidar, y perdono, pero nunca me perdono a mi misma. No tengo ni idea en que punto de mi vida "el fallar" dejó de parecerme una opción, tampoco sé cuando me compré el látigo y empecé a fustigarme cuando algo me salía mal, ni cuando comencé a preferir a los que me trataban mal antes que a los que me trataban bien.

En realidad tiene lógica que las mujeres elijamos a los "malotes", aunque nos hieran nunca seremos las malas y si por el contrario sale bien, podemos llenarnos de orgullo y satisfacción porque hemos logrado que un hombre cambie por nosotras, que por algún motivo es una necesidad que viene en la mujer de forma genética. 

No estoy dispuesta a cambiar, es más, cuando cambio por alguien nos condeno a los dos a una larga temporada de enfado y rabia, mi subconsciente se rebota. Es injusto que yo espere que otro sí cambie por mi, que me quiera más de lo que pueda quererme, que desee pasar más tiempo junto a mi o que deje de hacer cosas que hasta ahora siempre hacía... Y sobre todo es ilógico que diga que quiero a alguien que espero que sea de otra manera, no, no le quiero, quiero a la persona que me gustaría que fuese, pero esa persona no está ahí. 

No sirve de nada andar por andar, no hace falta correr para permanecer en el mismo sitio, a veces al caer no hay que levantarse, hay que quedarse sentado, jugando con las piedras del camino mientras eliges cual será el próximo destino. Una vez sabes lo que quieres y hasta donde te apetece llegar, te levantas poco a poco y te sacudes el polvo, pones un pie delante del otro y sigues con tu vida. Lo que venga ya vendrá, pero al menos no estarás perdido como un pulpo en un garaje.




"Adios" no significa siempre el final,
 a veces significa un nuevo comienzo.

6 de febrero de 2013

Yo y los hombres: Que no quieren hacerte daño.

Los hombres que no quieren hacerte daño son una subespecie nacida de las profundidades del ego, tienen como madre a la prepotencia y como padre un retraso, la verdad es que a menudo uso la expresión retraso y creo que nacer con uno debe ser terriblemente duro, mi conflicto no es con quien nace con una discapacidad, si no con los que activamente deciden esforzarse por perfeccionarla. A lo que iba, estos seres engreídos se alimentan de vanidad y vomitan mentiras, porque no te engañes, sí quieren hacerte daño, pero no siempre lo saben.

Lo cierto es que estas criaturas de aspecto suculento han forjado su caracter día a día y su propio caracter les ha forjado a ellos, me explico, los hombres que te dicen sin pelos en la lengua que "No quieren hacerte daño" poseen todo su atractivo en esa misma actitud ¿Por qué? Porque si no eres un poco espabilada y al oír eso piensas "Este tío es un flipado" el ser en cuestión te acaba de enganchar ¿Cómo? Sencillo, acaba de dar a entender que tú pretendes entablar algún tipo de relación con él pero las circunstancias o su falta de ganas te lo impiden y como no va a ser posible, pues la criatura deduce que te va a hacer daño, pero es toda una estrategia porque puede que tú ni te hayas planteado eso, puede que para ti solo fuese una relación agradable, puede que hasta te atrajese un poquito, pero con esto te acaba de atrapar en su red porque aunque tú no hubieses tomado como posibilidad quererle, él acaba de decirte que aunque le quisieras no sería posible y te dañaría, una persona inteligente sabría que es el momento de contestar "Venga, hasta luego" el problema es que por muy inteligente que seas es común que sufras defectos como el orgullo, la cabezonería, la baja autoestima o el exceso de ella, que es en realidad lo mismo que padecer autoestima baja pero con reacciones y pensamientos distintos como "¿Sí soy tan fantástica y maravillosa porque no me quiere? Conseguiré que me quiera y cuando lo haya logrado le daré la patada", bien, pues acabas de ser victima del hombre que no quiere hacerte daño y que con esa frase ha logrado dañarte. 

¿Qué irónico todo no? La de daño que puede hacer la frase "No quiero hacerte daño", pues asúmelo, él no piensa mucho en ti, él piensa mucho en si mismo. Su ego y tú no cabéis en una misma habitación ni aunque un japonés con guantes blancos empuje desde la puerta hacia dentro, sin embargo el hombre que no quiere hacerte daño te hará creer que sí, porque a pesar de su incapacidad de querer a alguien que no sea él, ya sea por vanidad o por miedo, le encanta jugar a que sí que le quieren y a fingir que quiere, dirá ser muy amigo de sus amigos, ayudará a todo el mundo, mostrará una actitud de persona modelo y tú que día a día le quieres más, serás tratada cada día con menos amor, no será tu amigo, no te ayudará cuando tengas un problema y sobre todo no será ante ti una persona modelo, ni un novio modelo, no será nada, será simpático cuando quiera, misterioso cuando le interese y dañino la mayor parte de tiempo, porque claro, él no quiere hacerte daño. 



Lo peor es que si uno de los hombres de esta categoría leyera algo así, entendería cualquier tontería procesada por su cerebro egocentrista y correría hasta ti para decirte algo como: Mejor dejar de hablar, porque no quiero herirte. Felicidades si has llegado a este punto sin comprender absolutamente nada.


PD: Como nota aclaratoria, quiero decir que hay mujeres que no quieren hacer daño de la misma manera, siempre hay alguien de que se queja de que me meto con los hombres, no, lo que pasa es que soy mujer y me resulta mucho más sencillo escribir así, pero se perfectamente que ser dañino no va implícito en el género si no en el factor "Ser dañino".