29 de marzo de 2013

Payback

Me chifla la idea de ser una mala persona, bueno no mala, pero si una de esas personas a las que le da absolutamente igual las consecuencias de sus actos, los rechazos, los fracasos y la moral. Ayer entre copas le confesé esto a mi amiga Clara, le dije que me moría de ganas de elegir un hombre al azar y destrozarle la vida, ver que se siente, ver si de verdad es tan divertido como para que ellos lo hagan constantemente. Me contestó que suponía que solamente cuando ya te has llevado cientos de palos te da todo igual. No sé si los hombres se han llevado cientos de palos, no sé si me los he llevado yo pero tengo una cosa clara y es que eso no es una justificación, soy totalmente consciente de que ser malo porque han sido malos contigo no es un buen argumento. No, yo quiero ser mala por el placer de ser mala, me río de los demás porque me gusta hacerlo y si elijo a un pobre desdichado y le destrozo la vida será por el gusto de hundir a alguien, nada de venganzas, nada de rencores, solo porque sí.
Ayer me decidí a iniciar mi vil plan, se que se debe hacer con cuidado, poco a poco, no me vale el primero que me cruce, se alcanza la perfección de las cosas después de mucha prueba y error, así que el plan era tantear el terreno masculino y un “A ver que pasa”.

La situación es que Clara y yo estábamos en un pub bailando. Cuando una mujer va a un pub tiene dos opciones, esperar a que hombres le entren (hombres a los que les da igual si eres tú u otra) o entrarle a alguno que te pueda parecer algo especial, bueno, yo no buscaba a nadie especial ayer por la noche, buscaba a un tipo vulgar y desesperado, desesperado no porque Clara y yo seamos criaturas del averno, desesperado porque le da igual pera que manzana que melocotón. 

Se acercó a nosotras preguntando “¿Por qué bailáis tan juntas?” el chico era guapete la verdad, alto, moreno... Se notaba que invertía tiempo en el gimnasio y que sabía que estaba bien físicamente. En ese momento Clara podría no haberme seguido el juego, pero de alguna forma a ella debieron cruzársele los cables igual que a mi. “Porque nos gustamos” contesté con todo el morro del mundo arrimándola más a mi, “¿Pero sois novias?” dijo él abriendo los ojos como platos “No lo somos porque ella no quiere” le respondí, él se rió y como hombre morboso de acercó más a nosotras, no me hizo mucha gracia que decidiera cogernos por la cintura pero bueno era parte de la escena “¿Y porque no quieres salir con ella?” le dijo a Clara , ella en su perfecta interpretación puso los ojos en blanco y soltó un bufido “Es que me va a hacer daño si salgo con ella, porque a ella le gustan todos y todo y seguro que me es infiel”. El tipo se volvió a reír y entonces se giró hacia a mi, soltó a Clara y literalmente me agarró del culo para acercarme a él “Y si te gustan todos ¿No te gustaría probar conmigo?” Llegados a este punto llegué a la conclusión de que él era gilipollas ¿Enserio ella te dice que me quiere y que eso le duele y entonces tú optas por sugerirme sexo a mi? Me encogí de hombros y me acerqué al oído de Clara, me reí del tío contra su oreja, le pregunté que quería que hiciéramos, me contestó que putearle un poco más.

Y así, sin comerlo ni beberlo estábamos en una avenida apunto de pillar un taxi con el tipo para irnos juntos a casa de Clara, podría decir que sentía que la situación se me escapaba de las manos, pero no sería cierto, me sentía una mala pécora que no una zorra, no pensaba tocar al tipo ni aunque me ofreciese dinero, no pensaba besarle y por supuesto no pensaba llegar a subirlo a casa de ella. Sin embargo él no dejaba de hacer intentonas de aproximación que nosotras tolerábamos hasta cierto punto, era un baboso.

No pasaban taxis y él estaba allí presumiendo de que ya había hecho un trió antes, de que nos lo íbamos a pasar muy bien, de que iba a satisfacernos a ambas y un montón de sandeces que se acumulaban en el saco, supongo que iba más cachondo que un mono pero el tío era una prepotente. Me giré hacia Clara, respiré hondo y de algún lugar de mis entrañas, mi parte teatral salió a flote, “Clara yo no quiero hacer esto, yo no quiero compartirte con nadie” Ella boqueó, ahí estábamos mirándonos a los ojos como si de verdad fuésemos pareja o algo por el estilo, “Pero...Yo creía que tú...” La corté “No enserio, es que ya no puedo más con esto, yo no quiero mierdas así, yo te quiero a ti y ya está” fue algo así, probablemente en el momento fuese mucho más cutre pero me estoy tomando algunas licencias literarias, entonces ella hizo algo que yo no esperaba, se echó a llorar, se agachó y se echó a llorar. No se como no me despollé allí mismo. El tipo se acercó hacia ella y antes de que llegase ni a tocarla le cogí del brazo “Es mejor que nos dejes en paz, no es un buen momento” me miró como si acabase de hacerle la putada del siglo “¿Pero entonces lo de esta noche nada?” Puto insensible ¿Mi novia esta llorando en el suelo y tú no dejas de pensar en sexo? “Como comprenderás pues no” “Joder...”

Me acerco a Clara, la levanto, levanto la mano para parar el único taxi que pasaba en un rato y una vez ya dentro cuando el conductor arranca Clara deja de taparse la cara, sonríe como una de las malas de alguna película y le dice al tío adiós con la mano.
No se que conclusión sacar de todo esto, es más no se como dejar de reír. La vida es un aburrimiento, la gente por lo general es basura y supongo que ya ha dejado de darme igual ser la mala de la peli. 


T̶o̶d̶o̶ ̶p̶a̶r̶e̶c̶i̶d̶o̶ ̶d̶e̶ ̶e̶s̶t̶a̶ ̶e̶n̶t̶r̶a̶d̶a̶ ̶c̶o̶n̶ ̶l̶a̶ ̶r̶e̶a̶l̶i̶d̶a̶d̶ ̶e̶s̶ ̶p̶u̶r̶a̶ ̶c̶o̶i̶n̶c̶i̶d̶e̶n̶c̶i̶a̶ ̶

28 de marzo de 2013

Archer


Easy come, easy go
That's just how you live, oh
Take, take, take it all,
But you never give

25 de marzo de 2013

Disculpa de una maltratadora hepática.

Me he recuperado de mi maltrato hepático, mi hígado y yo hemos hecho las paces, le he prometido no volver a herirle, me ha creído y ya está en casa otra vez, donde tiene que estar dado que es mi higado y ninguna otra persona debería ponerle la mano encima. Me siento muy arrepentida por hacerle daño, no soy yo es la sociedad que me obliga, me dice que sea dura, que me integre, que no me deje engatusar... No me doy cuenta que precisamente la sociedad es lo que hace, atraparte. 

Mi hígado siempre es muy bueno conmigo, hace lo que debe hacer cuando lo debe hacer, al llegar a  casa siempre me tiene la bilis preparada y me sintetiza perfectamente las proteínas plasmáticas.Elimina de mi sangre todo tipo de sustancias nocivas.

 No se valorarle... Es lo que pasa con las cosas que has tenido siempre, que no las echas de menos hasta que las pierdes, yo no quiero estar sin él, me hace sentir viva. Si no lo tuviese no sé que haría, no sé como seguiría adelante. Probablemente moriría. A veces me asusta esta dependencia que tengo, es casi enfermizo, aunque me pasa también con algunos otros órganos, no soy infiel es que me gustan, me hacen tener un motivo para levantarme por las mañanas, pero él, mi hígado... No es que lo haga aposta, no es que piense en destrozar su vida, lo cierto es que no pienso y eso es lo peor, no medito que mis actos tal vez lo vayan quebrando poco a poco; pero cuando estoy triste, cuando necesito una salida, cuando salgo con otras personas y hay que entrar en un sitio abarrotado con música terrible tonteo con el alcohol y le doy una paliza a mi hígado, él no se queja mucho, lo aguanta en silencio por ahora... 

Por eso estoy aquí, porque quiero curarme, porque yo no quiero que vuelva a abandonarme, el páncreas no me lo perdonaría, se que va a ser un camino difícil y duro, pero él para mi es más importante que cualquier otra cosa... Espero que pueda perdonarme. 

-¿Este jueves quintos? 
-Bueno vale, pero no se lo cuentes a mi hígado que luego no me metaboliza bien los lípidos.


16 de marzo de 2013

Historia de un maltrato hepático: Parte 1.

Definitivamente ayer lo más raro que me pasó no fue beber absenta, vodka y cerveza y no emborracharme, tampoco fue coincidir en el mismo grupo de fiesta con mi ex y que él decidiera al principio no saludarme y después de dos horas de marcha me estrechase la mano diciendo "Señor", tampoco lo más raro fue ser estrujada por un mogollón de gente en el metro y que mi mayor preocupación fuese "Espero que nadie tenga piojos", ni que una tuna entrase en el vagón y se pusiera a cantar canciones con acento sevillano. Lo más raro, más raro que me pasó ayer, fue ver a una mujer de unos cincuenta años borracha cogiendo un cordón que colgaba de un balcón y atándolo al retrovisor de un coche cercano, estaba siendo malota y no pude evitar preguntarme ¿Por qué? ¿Qué motiva a una persona con medio siglo sobre las espaldas a hacer una tontería así, digna de un niño de diez? Aparte de que no creo que fuese una mujer muy inteligente llegué a la conclusión de que la causa era el aburrimiento y tal vez cierta frustración, pues bien, la moraleja de todo esto es que con veinte años me aburro pero me queda una vida entera de aburrimiento, y que cuando tenga cincuenta estaré aburrida como una ostra y el único motivo por el que ataré o no cordones entre coches será el grado de vergüenza y educación que habrá en mi.

10 de marzo de 2013

Yo y los hombres: ¿Por qué si son simples...

yo no les entiendo?

       La primera respuesta que se me ocurre es que no les entiendo porque yo soy  más simple que ellos y mi capacidad intelectual no da para más, así que he intentado pensar como pensaría una persona simple, pero nada, una de dos o me paso de inteligente o es que sigo sin llegar a su nivel de conocimiento sencillo. 
        Lo cierto es que soy una persona que dice las cosas como las piensa, cuando quiero algo digo lo que quiero y cuando algo no me gusta dejo claro que no me gusta, tengo mis momentos de arrastrarme (Porque por algún motivo creo que vale la pena) pero el caso es que lo que digo no queda en un saco roto. Siempre había pensado que los tíos eran también así, era fácil llegar a esa conclusión dado que si los hombres son simples por extensión los hombres dirán lo que piensan y no lo contrario a lo que piensan... Esto me lleva a la siguiente especulación, probablemente los hombres sí dicen lo que piensan, pero como son simples y sus ideas se asientan poco esa afirmación que han hecho  se evapora a los minutos u horas o días.
      Tengo anécdotas y anécdotas de situaciones incomprensibles y por más que mi cerebro (De mosquito al parecer) las analice, no encuentro la forma de descifrarlas. Por ejemplo no entiendo aquella vez que invité a un chico a dormir a mi casa, en mi cama, conmigo y ya está, durmió, tampoco entiendo por qué y en qué momento mi ex empezó a verme como a una hermana, ni cuando a él se le cruzaron hace unas semanas los cables y decidió que había sido suficiente. 
        Pero ya me da un poco igual, no estoy enfadada, solo me siento tonta por no ser capaz de leer vuestra corriente de pensamiento, ¿No era más fácil una explicación? es decir ¿No era más simple un... "es que esto no me interesa"? Puede que todo sea culpa de las otras mujeres, de las mujeres retorcidas que no saben decir lo que piensan como lo piensan y marean la mente masculina, a lo mejor sois todos muy complejos y aquí la única simple soy yo, o es que todos sois muy simples y yo soy tonta del bote.
       Así que he tomado una decisión y es que no quiero entenderos, solo quiero disfrutaros.

Es que nano ahora ni con sexo se les compra ¿A dónde hemos llegado?

5 de marzo de 2013

Yo y los hombres: Que no saben leer el ambiente.

Tenía fe en que me pasase algo muy interesante esta última semana, pero como ha estado lloviendo y cuando llueve yo no salgo... Nada, vacío, aburrimiento absoluto.  Así que he recurrido a temas del cajón que bueno, tarde o temprano hay que sacar. 
Hace tiempo una amiga me habló de esas personas que no saben leer el ambiente, son gente que tienen capacidad nula para discernir sobre lo que deben y lo que no deben hacer, tienden a meter la pata y ha convertir una situación incómoda en más incómoda todavía, se les caracteriza por estar fuera de lugar. 

Ejemplo: 
Pepito y Fulanita están teniendo una discusión bastante fuerte, llega el sujeto T (De torpe) y dice: ¡Uy! ¿Estáis enfadados? 

Pues sí, estamos enfadados y tú retraso me abruma. 

Me encanta la frase de "Calla ahora y calla para siempre" 

Ahora abordemos el tema que nos concierne. Hay muchos hombres que no saben leer el ambiente, que no logran comprender que pasa por la cabecita de la mujer que tienen delante, bien es cierto que nosotras tenemos una corriente de pensamiento la mar de retorcida pero lo obvio es obvio. Aquí va mi revelación:

Si ella no te ha dado ningún indicio de que le gustas lo más probable es que no le gustes.
(Excepciones hay en todas partes) 

Si ella te trata como un amigo, no tontea contigo, habla sobre otros chicos (en especial uno que le gusta mucho), no suele seguirte las bromas sexuales que  haces y no elabora planes de futuro contigo,  lo más probable es que no esté interesada en ti como tú sí lo estás en ella. Para, detente, piensa que estás haciendo, deja de presionarla, no le digas que el resto del mundo no sabe valorarla, que solo tú la ves de verdad y que harías cualquier cosa por ella, porque amigo, tú lo sentirás como  algo bonito y romántico, pero si no le gustas de esa forma especial que desearías... resultas un poco creepy.

Es realmente terrible cuando te ponen en esa situación incomoda en la que tú sabes que le gustas a la otra persona, pero esa persona no se ha declarado, solo se limita a acercarse a ti mediante movimientos dignos de un tetrapléjico y tú no puedes hacer nada, no puedes decirle "Oye, que...  no me gustas." Porque claro, decirle algo así es ser un  prepotente y tiene fácil respuesta "Pero si yo no te he dicho nada, te lo tienes un poco creído ¡eh!" bueno pues no, no me has dicho nada pero tus palabras me lo estaban diciendo todo... No sabes tantear el terreno, no tienes ni idea de leer el ambiente.

Escribir esta entrada me ha hecho darme cuenta de las veces que yo directamente no es que no lea el ambiente, es que cierro los ojos y me hago la ciega.