28 de abril de 2008

Y el agua caliente golpea con fuerza
y me quema y enrojece,
y no te vas, no te largas
y suena la música
“You raise me up... To more than I can be.”
Las lágrimas se confunden con el resto de agua,
Saben saladas,
Saben a ti….
Hoy la casa huele a ti,
en cada rincón, en mis manos,
en mi pelo, el albornoz huele a ti,
la cama, las sabanas, mi piel…
los almohadones, el ambiente…
hoy huele a ti, hoy huelo a ti,
hoy estás… Pero no te veo.















Tú y tu impertinente manía de estar en todas partes.

23 de abril de 2008

Libros, Libros, Libros...


Después de un largo tiempo tras una relación, te das cuenta de cosas que antes no has querido ver y que ahora si, lamentablemente también recuerdas otras cuantas cosas buenas que mejor que no hubiesen aparecido…
Pero la relación con un libro es totalmente diferente, mientras lo sostienes en tus manos te implicas, incluso te enfadas si sucede algo que no quieres que pase o lloras cuando uno de los protagonistas fallece, pero al cerrar el libro, cerrado está y al acordarte ni lloras, ni sufres; sonríes al recordar alguna que otra cita, pero poco más. Con el tiempo siempre podrás volver a entablar una relación con él, ahora siendo tú más mayor y viendo el libro desde otra perspectiva.
Si salgo con alguien es para no sentirme sola, si leo un libro es para matar la soledad. Solo que si abandono un libro esté no me gritará hija de puta ni desagradecida.
A veces quiero ser la protagonista de un relato, pero un personaje plano, de esos que no evolucionan, que comienzan el libro bebiéndose una taza de café y acaban igual, sentada en la cocina, sin pensar demasiado cuantas cucharadas de azúcar me hecho, solamente haciéndolo porque es parte de mi personaje, nada de preocupaciones, ni malos royos. Desde el inició todos sabíamos que el libro acabaría bien.
A veces espero que al conocer a una persona nueva, sobre su cabeza salga la descripción que daría un escritor cualquiera en su historia, “ Ella era dulce y salda, dulce cuando hablaba y salda cuando lamía su piel con ansia, ella era bonita las mañanas oscuras y preciosa los días claros, ella era ella, siempre con una sonrisa pintada en la boca, la Claudia que pudo ser y no fue” “ Él era malo, siempre actuaba con dobles intenciones, no tenía sentimientos y las mentiras se le escapaban de la boca, como se escapan los pájaros de la jaula si dejas la puertezuela abierta. Él era oscuro incluso cuando el sol le daba con fuerza” Si todo esto apareciese sobre las cabezas de la gente no nos haríamos daño los unos a los otros, si el libro te llama la atención no sueles abandonarlo, los malos sabrías que son malos, los buenos, buenos y ya sería tu elección estar con un cabrón o no.
Pero solo los libros nos brindan esa oportunidad de odiar desde el inicio o amar desde la 3ª página, con ellos nunca pierdes el tiempo y siempre puedes sustituirlo por otro cualquiera sin sentimientos de culpabilidad ni lágrimas de por medio.

“los libros no te chillan y si te chillan no tienes porque escucharlos”


Feliz día del libro.




Yo y mis libros

Cuando me dicen la palabra libro siempre me vienen a la mente unos cuantos, supongo que esos que han sido especiales, que me han aportado algo o que han llegado en el momento justo.


El primero como no, Harry potter y el prisionero de Azkaban, tarde tres meses en leérmelo, mejor no preguntar porque… Harry me inició en la lectura y la verdad es que lo recuerdo con especial cariño.


El hobbit, lo leí con mi padre en un verano, lo leíamos a trozos, el primer libro que compartí con el y creo que el último que acabaremos juntos… También lo intentamos con las mil y una noches pero es demasiado largo…

La ciudad de las bestias, de Isabel Allende, que me sacó de Harry Potter y me hizo ver que habían más autores en el mundo.


El desierto de hielo, segunda parte de la trilogía “La guerra de las brujas”, mi primer libro de amor, amor casto.


Placeres de la noche, ese libro que me pervirtió, que me hizo tener este toque salido que muestro a veces, un libro que me ha recalentado las noches más aburridas (jajajaja), no, en realidad el que me inspiró para hacer mi primera obra, el que me unió un poco más con Ana y me hizo ver que el sexo es mucho más natural de lo que nunca había llegado a pensar.


Nieblas de las Highlands , también novela de amor , me introdujo en la novela romántica histórica y tanto él como la saga que lo sigue me hicieron querer ir a Escocia con todas mis fuerzas y poder ver los castillos donde transcurren las historias.


Devoradores de cadáveres, está la versión en película, conocida como el guerrero numero 13, protagonizada por Antonio Banderas. Yo no tendría más de 12 años cuando mi padre me lo dejó para que abandonara la literatura basura, no lo consiguió, Devoradores de cadáveres es el primer libro para adultos que leí y lo mejor de todo es que lo entendí.


Ana Ynada, que no puede faltar aquí :P, primer libro que saqué de una biblioteca, primer libro que me recomendó su propio autor, primer libro que he leído y que no tengo (Y no se si llegaré a tener) y primer libro donde he buscado al escritor en cada palabra. Me gusto, me encantó y ahora no puedo conseguirlo ¬¬ (No se quien tendrá la culpa)


Memorias de idhun Triada, libro que recuerdo porque nunca, nunca en la vida acabaré, lo deseché antes de llegar a la mitad del libro, será que yo me había vuelto demasiado mayor para aguantar a sus tres protagonistas con exceso de hormonas.


Siempre tú, libro que no tocará nunca las librerías, que no será presentado a ningún concurso y que puede (Y he dicho puede) que reescriba dentro de mucho tiempo.


Mort, de Terry Pratchett, Se lo estaba leyendo la novia de mi padre un verano y básicamente se lo robé, me enganché yo y no dejé que ella lo leyera porque yo no lo soltaba, me quedaron 20 paginas para acabar de leerlo y creo que nunca llegaré ha hacerlo…


Perdona si te llamo amor, que es el que más reciente que tengo, donde me ha gustado buscarme a mi misma, comprarme con los personajes… cierto que es un bestseller del momento pero tiene frescura y me ha encantado.


Finalmente Lolita, que no lo he acabado porque empezó a hacérseme desagradable, así que leí la mitad del libro hasta que dejó de gustarme.



22 de abril de 2008

Acantilado

No se que estoy haciendo, no se por que no lloro, es como en invierno cuando recuerdas los mosquitos, pero no el picor de las picaduras y quieres que te piquen porque en realidad sabes que rascarte da gustito.
Mi mente se dedica a buscar problemas, como el que se pone bajo un farol en verano. Los encuentra y empieza a darles vueltas y aunque en un principio no fueron problemas acabo viéndolos como tales…
No se que estoy haciendo… otra vez al borde del precipicio, asomando la cabeza y contemplando las olas como chocan contra el muro de piedra, y espuma y una caída de muchos metros y profundidad y muerte asegurada, tardes encogida llorando en el baño, fobias a la hora de ir por la calle y los libros como único alimento porque solo eso podré digerir.
Cuando caigo, caigo, pero cuando salto es mucho peor, luego siempre quiero volver al borde y no lo consigo, ¿Qué tengo que esperar? ¿Una mano que me aleje?

No quiero volver a esto, no quiero.
Acabaré gritando como otras veces y nadie me oirá.
No se que estoy haciendo.
.
.
.
.
Si miro de nuevo al infinito,
Si me expongo al dolor de nuevo,
Si destruyo las esperanzas que tanto me ha costado crear,
Si me oyes provocarme el llanto...

Dime que algún día todo irá mal y así recordaré el daño que me hicieron y que tarde o temprano repetirán.

20 de abril de 2008

Claudia siente

La carretera es larga y sigue y sigue… Es casi de noche, fuera no se ve nada. Claudia aprieta su cuerpo contra el de Javier, con fuerza, queriendo formar parte de él, pero abre los ojos y allí nada ha cambiado; sigue estando oscuro, el autobús va a 80 y de vez en cuando pilla un bache. Aspira su aroma para memorizarlo, mientras, mira a través del cristal la raya blanca en el suelo. Cae una gota de sus ojos, se desliza por la piel, moja el pantalón… Él no se da cuenta, no dice nada hasta que pasa un rato.
-Cielo, ¿Qué ocurre?
Ella levanta la cabeza, sonríe, lo mira, vuelve a sonreír y lo abraza.
Él cierra los ojos y disfruta del momento, él es así, solo disfruta de los momentos buenos, pero Claudia no sabe que se limpiará las manos cuando lleguen los malos.
Abre el bolso, hurga entre las cosas hasta que lo encuentra, coge la mano de él y con boli el escribe; besa lo escrito, sujeta su mano con fuerza, luego la suelta, se apoya en su hombro y de nuevo mira por la ventana.


“Te amo”

Y calla y no pregunta, aunque lo haga sabe la respuesta, así que se la cree sin hacerla y se equivoca…

15 de abril de 2008

Cicatrizar

-Mira esta de aquí.- dice la chica señalándose una cicatriz en el hombro.- Esta es de cuando me dejó mi primer novio, se había enamorado de otra ¿Sabes?, fue como si me clavaran un cristal y me hicieran sacarlo, desagradable, no visualices, es demasiado gore. Esta otra.- ahora se señala el muslo.- Fue un día que un amigo me dio la espalda, no sé, supongo que se enfadaría, esta no fue como el corte de un cristal, si no un corte con cuchillo de sierra, poco a poco, doloroso, se infectó y tardó en curarse, mi madre no me llevó al hospital, aun que lloré. Ahora mira esta.- se toca la marca blanca que tiene en la cara.- No es vieja, no hace mucho me di cuenta que estaba más sola de lo que creía y sin querer me apreté la cara con fuerza y ya ves la marca que se me ha quedado.- Se roza la mano esperando llamar la atención de él.- Es de hace años cuando mi padre se marchó y no supe nada más de él.- No es recta, si no que toma curvas y cruza la mano de un lado a otro, debió dolerle, se da la vuelta y se levanta la camiseta, lleva la espalda llena de marcas.- Cada una tiene una historia.- dice con poca voz.- Pero aun me quedan huecos…







Claudia

14 de abril de 2008

A tiempo liebre/caracol

Ayer hizo un año, uno de esos años que pasan por tu lado como una flecha mal dirigida, que te hiere el brazo, pero no se detiene; rápida, más de lo que esperábamos, menos de lo que desearíamos; porque si un año fuera algo simple que todos pudiésemos soportar, las parejas durarían años y años. Pero no, un año es bastante tiempo, a un que cuando haya pasado miremos hacia atrás, nos sequemos las gotas de sudor y pensemos: “Pues se me ha pasado rápido”
Cuando era pequeña y veía el verano como algo eterno, mis padres me decían que con el paso del tiempo las cosas se aceleran, que dos meses para un niño son un mundo por descubrir, mientras que dos meses para un adulto normalmente es poco tiempo. Mis días también pasan rápido, las semanas, todo tiene una velocidad turbo que a veces me deja atrás de mi propia situación, y ayer fueron 365 días, un montón de horas (algunas desaprovechadas), la ostia de minutos, y ya ni os cuento los segundos. Tiempo en el que he llorado, me he reído, he enfermado y por supuesto me he curado; 12 meses en los que he vivido de todo, 12 meses que no borraría. He caído un par de veces y nuevamente me he puesto en pie, con ayuda o sin ella; He escuchado cientos de canciones, leído la tira de libros y escrito miles de palabras; He recibido besos, abrazos, “te quiero”, “te amo” y los he devuelto, con más o menos énfasis.
Ayer hizo un año en mi vida, en mi vida de yo, de nosotros, no sé, de todo lo que me rodea, pero hoy también hace aun año ¿No? Y mañana y pasado, solo espero que todo siga así, despacio pero deprisa, triste y a la vez alegre, con canciones, libros, palabras, lágrimas… y lo que pierda… pues si hay que recuperarlo, ya lo recuperaré.








PD: Con esta entrada ya van 50

12 de abril de 2008

Corazones perdidos

Hace tiempo me encontré dos corazones, uno partido y otro entero, pensé que esos corazones pertenecerían a alguien y que lo más normal sería devolverlos, ¿Pero cómo sabes quien es el dueño de ese corazón? Estaba claro que a mi no me pertenecían, ni siquiera conocía a esas personas. “El corazón no se pierde, lo entregas” y lamentablemente ellos lo habían perdido y cuando llegara el momento de dárselo a otro no podrían.
Imaginé que el primer corazón, el entero, estaba en el suelo por un despiste, calló y el propietario no se dio cuenta, en cambio el otro estaba allí abandonado por despecho, un corazón que ya había sido donado pero por complicaciones el receptor había renunciado a él, me dio pena, esos corazones tenían que llegar si no a sus propietarios a unas manos que los quisieran.
Los metí ambos en mi bolsillo y cogí al metro sin destinación determinada, nadie me esperaba en ningún andén… Cuando me sentí capaz solté los corazones y bajé.

Hace poco mientras corría para coger el metro porque llegaba tarde, se soltó el corazón que llevaba yo colgando del cuello y calló a la vía. Cuando pienso en ello me doy cuenta que nadie se molestará en bajar y coger mi corazón…


Sin corazón…
Sin alma…
Sin todo…

10 de abril de 2008

¿Soy la única que siente esa extraña sensación en el pecho, la pena en la boca del estomago y las lagrimas quemándome los lagrimales?
Una vez dije que masturbarse era como llorar, algo natural y necesario… Entonces ¿Por qué no lloro?

6 de abril de 2008

Palabras para Claudia

Hoy hace calor ¿No lo notas Claudia? El sol brilla fuera por ti, y espera que salgas para calentarte la piel. Sin embargo tú estás aquí, con un libro en las manos, entre las mantas, sobre el sofá, con el pijama todavía puesto, legañas en los ojos y un bostezo al borde de los labios. ¿No ves Claudia, que la lluvia cesó por que tú pediste que parara? Las calles ya no están mojadas, el cielo está despejado, las flores nacen entre el cemento, pero tu estás aquí, con la pena en la garganta, los dedos débiles de recién levantada, el aliento a noche de 12 horas. Claudia, si no quieres salir no salgas, solo te pido que al menos te asomes a la ventana y compares la vida que estás llevando en este cuarto y la que podrías tener allí fuera, 28 grados, 61 de humedad y un airecillo agradable que te cortará los labios si te los mojas con saliva… Hoy es un buen día ¿No lo notas Claudia?

2 de abril de 2008

Este efímero mundo

El dolor es efímero, la risa es efímera, la pena es efímera, la infancia es efímera, como la juventud, o la primavera cada año; Las noches, los días… también son efímeros, los libros, las horas, las canciones, los poemas, los recuerdos, el rencor, la culpabilidad… Bostezar es una acción efímera, parpadear, inspirar; el miedo es efímero, la soledad es efímera, el amor es efímero, el odio, el asco, la curiosidad, la rutina es efímera, las vacaciones también, la amistad, hasta le historia interminable acabó… Porque nada es eterno, porque nada dura más que un poco, aun que cuando estamos en situación no nos damos cuenta…

La vida también es efímera
Este texto... ¿No ha sido efímero?

1 de abril de 2008

Había una vez...

Una princesa… fué princesa cuando salió de las fauces de un lobo su nombre, él la quería devorar pero ella vivía en una torre tan alta que no pudo alcanzarla. Ella quería ser devorada, ¿Pero como iba a bajar de allí arriba? Miraba por la ventana el lomo del lobo, a veces negro, a veces blanco, a veces noble, a veces malo… él le aullaba cada noche y ella le gritaba que le amaba, esperando que la oyera, que supiera que le quería, que se enterara que solo existía él… ni reyes, ni reinas, ni dragones, ni brujas, ni caballeros, ni príncipes, solo un lobo, solo él.

-“Sigue aullando para que encuentre el camino, porque cuando te detengas la noche caerá en el bosque, y yo, princesa de la imperfección, me perderé del todo y no volveré a encontrar el camino hasta a ti.”-recitaba ella cada noche
-Te quiero princesa..., y si te sientes perdida aullare hasta que vomite sangre...- La consolaba él desde el suelo

Pero el lobo se agotó cuando llegó el invierno y se dejó caer sobre la blanca estepa, jadeante…
Y la princesa después de derramar cien lágrimas se consumió. Las lágrimas se evaporaron flotaron y precipitaron en un mundo muy lejano. Después de muchos años la princesa pisó el suelo sin zapatos y notó la humedad bajo sus pies, se vio rodeada de gente y cobijaba bajo los brazos de un príncipe azul.
Pero un solo ser eran el lobo y la princesa, porque sin lobo la princesa muere de soledad y sin princesa el lobo se vuelve oscuro, no pasó mucho tiempo hasta que se encontraron de nuevo, pero ahora que no les separaba la altura lo hacía el dolor, el miedo, el pasado… un rio de aguas turbias.

-Te amo…
-Pero ya es tarde, ya tengo un príncipe.
-Sabes que sin mi no puedes vivir, igual que yo no puedo hacerlo sin ti…

Y después de muchos reyes, príncipes, sapos, culebras, magos, y hadas, el lobo y la princesa no dejan de hacerse daño el uno al otro, porque juntos se hieren, pero separados mueren.

"Porque los cuentos del lobo y la princesa pueden ser relatados de mil formas y nunca tendrán fin..."