7 de diciembre de 2010

Triste

Aveces consigues hacerme sentir tan pequeña, tan insignificante, tan nada... Tú eres una parte de mi, como un tatuaje que debo enseñar a todo el mundo, pero ¿Y yo? Siento que soy más bien una moneda escondida en tu bolsillo, o un secreto que no sacas por verguenza.

17 de octubre de 2010

-¿Estás triste?

-No

-¿Enfadada?

-Tampoco.

-¿Defraudada?

-Vacía... Ya no encuentro distinción contigo entre hacer el amor y follar

14 de septiembre de 2010

Libros!

Supongo que debería ponerme a dormir, ya es de madrugada, hoy es 14 de septiembre, mañana miércoles empiezo la universidad, es mi último día de vacaciones y ¿Para que engañarnos? Parece el primero, porque estos últimos tres meses han sido un vacío prolongado, en el que me he imaginado todas las posibles cosas que puede suceder durante los primeros días de clase, incluso como serán mis futuros meses. Puede parecer estúpido, pero creo que era mi mayor distracción.

Durante este tiempo de no hacer nada, de pensar en mi misma, de aceptar que se me viene encima una nueva “aventura”, además de ver series me he dedicado a la lectura. Algunos dicen que me he pasado un poco, es verdad que los 16 libros que he devorado no eran todos un plato de mi gusto, pero si he encontrado un par de tesoros que no pienso olvidar.

El primero es “Memorias de una Geisha”, todos me dicen que han visto la película, que es buena o que es un tostón, solo puedo decir que el libro es una delicia, que a pesar de no decir mucho trascendental atrapa.

Por otro lado está “El juego de Ender” nunca me había interesado la ciencia ficción, pero este me sorprendió gratamente, no puedo decir algo profundo sobre él, no lloré, ni descubrí nada que no supiera, aunque tampoco puedo decir que sea únicamente entretenido, es un buen libro, un libro que recomiendo a todo el mundo.

Lo último que voy a recomendar es la trilogía de “Los juegos del hambre”, de estos libros si puedo decir mucho, puedo decir que me han puesto los pelos de punta, que se me ha cortado el aliento al leer parte de ellos, que me han hecho reflexionar sobre este mundo, sobre como podemos llegar a ser las personas, sobre el hambre que no paso, todo de una forma muy amena, con un lenguaje impecable, con unos protagonistas que reflejan los sentimientos con el paso de las novelas... La verdad es que me ha impresionado tanto que al terminar el último hace unos minutos no he podido evitar encender el ordenador y ponerme a escribir. Más adelante espero hablar de esta trilogía con profundidad, pararme a analizarla, pero por el momento, si queréis leer una saga buena, de las que no han sacado en mucho tiempo (Ya que las editoriales han estado cegadas por los libros de vampiros románticos y las historias de zombies) esta es la adecuada, tanto para jóvenes como para adultos, porque definitivamente “Los juegos del hambre” no puede ser encasillada como literatura juvenil.

Creo que a partir de ahora, quiero decir, a partir de mañana solo tendré tiempo de leer ensayo filosófico...

21 de agosto de 2010

¿Y si el mundo...?

La miro, si pierdo la oportunidad de hablar con ella no me lo perdonaré, pero no sé que decirle. La tengo enfrente, abro y cierro la boca como un pez.
-Si el mundo se acabase en cinco minutos ¿Qué harías?- Creo que he gritado, mi tono de voz ha sido algo elevado, estoy seguro y... ¿Qué mierda de pregunta es esa?
Me mira sorprendida, un loco le acaba de exponer una situación improbable e incomoda, sin embargo sonríe ¡A mí! Porque no hay nadie detrás, lo he comprobado girándome un poco.
-Te preguntaría si te apetece sentarte conmigo durante esos cinco minutos.- Contesta.
No solo es guapa, también rápida.
-¿No llamarías a un ser querido?
Niega con la cabeza.
-Creo que eres la persona adecuada para pasar los ultimo minutos de mi vida.- Mira el hueco que queda a su lado, en el banco.
Acepto la sugerencia, me siento.
-No me arrepiento de demasiadas cosas.- Dice mirando el suelo.-He aprovechado mi vida, claro que me hubiese gustado hacer más...- Chasquea la lengua.- Es una pena que nos conozcamos en estas circunstancias.- Me dice.
Yo como un tonto, solo la miro hipnotizado, perdido. Ante mi silencio ella decide seguir hablando, me cuenta que a pesar de estar sentada ante la boca de un metro, no espera a nadie, que no sabe exactamente que hace ahí, pero que a menudo vuelve a ese mismo banco.
De pronto levanta el brazo y se mira el reloj, se levanta con gesto resignado, suspira como un niño enamorado, profundamente, de forma teatral.
-Casi han pasado esos cinco minutos.- Alarga la mano. Yo la alcanzo, la estrecho casi pidiendo que se quede.-Ha sido una pena conocerte ahora que se acaba el mundo.
Me da la espalda, se va, se pierde tras una esquina y yo, débil, cobarde, no me atrevo a seguirla para confesarle que realmente el mundo no va a terminarse, aunque puede que ella ya lo sepa...
¿Por qué no me limité a preguntarle el nombre y si quería tomar un café conmigo?



Pic: By me

31 de julio de 2010

La edad.

Yo hace dos años

Creo que me estoy haciendo mayor.

Que duro es decir esto, yo misma me hubiese apalizado hace dos o tres años y sin embargo ahora mismo no puedo evitar hacerme mayor. ¿Y cómo sabes que te haces mayor? Lo sé, no solo porque me haya aumentado la talla de sujetador, que eso más que vejez indica juventud, si no porque se me han pronunciado la marca del entrecejo, esta que sale cuando pones cara de enfadada, la deducción es lógica: Estás más cascarrabias, por tanto, estás más vieja.

También hago cosas que antes no hacía, veo el telediario a las 2 en vez de poner lo más entretenido de la tele, ojeo el periódico cuando tengo uno a mano, ya no me baño en las piscinas porque el agua está fría, tomo el sol como las marujas... Riño a mi hermano cuando no come, no salgo de fiesta porque no quiero sentirme cansada al día siguiente... ¡Ya no discuto apenas con mi madre!

Mi mundo está cambiando, no es el cambio que esperaba, yo quería tomarme un año sabático y viajar por el país en una furgoneta pintada de colores, y aquí estoy, matriculada en la universidad, leyendo dos libros por semana, con una relación seria de un año ya, evitando el alcohol y las emociones fuertes. He cambiado mi forma de vestir y aveces me descubro a mi misma hablando con un acento que no acabo de ubicar. Ya no trato con las mismas personas, algunas por conflictos, otras por dejadez... Ya no me apasiona lo mismo, ni escribo como antes, ni oigo música, ni tengo tiempo para beber batidos de fresa.

Ahora me lo tomo todo menos a pecho, ahora por fin he podido decirle a mi padre lo que no había podido decir hasta el momento, ahora se pueden cachondear de mi todos a quien les dije que yo nunca tendría una relación seria. Mi armario empieza a tener otros colores que el negro. En septiembre inicio lo que puede ser mi futuro en una universidad llena de hippies. Dentro de una semana celebraré con él mi aniversario. Intento escribir y no lo consigo, echo de menos a gente pero no encuentro el tiempo para solucionarlo, no tengo especiales ganas de empezar este ciclo y aun así una parte de mi me dice: Animo! Este es el primer día del resto de tu vida.

Hago una valoración de todo hasta ahora y que leñes ¡Estoy orgullosa de ti! Claro que si, ¿Porque no iba a estarlo? He superado cada problema que se me ha presentado, estoy decidida a estudiar lo que quiero estudiar, he aprobado el curso, selectivo y mi propia vida. Lanzo la mira a atrás y me veo a mi misma con muchas caras y me gustan todas ella y me felicito por ello, me doy las gracias.

La satisfacción de ver que la gente que ha ido contigo por este camino se siente contenta de como lo has hecho... Verme en el espejo y decir: Si, podrías perder un poco de peso vaga, pero... Eres bonita, bonita por dentro y por fuera y no dejes que nadie te diga lo contrario.


Yo, hace unas semanas






17 de mayo de 2010

Inacabado












La casa se encontraba en completo silencio, las camas estaban hechas, el suelo fregado... Linn encogida en medio del pasillo tatareaba una canción imposible de reconocer, ella sabía cual era pero no tenía a nadie a quien contárselo. Sumida en un mar de lágrimas apunto de ponerse a nadar sobre su propia agua, tomó la decisión de fundirse con el suelo y pasar a ser un azulejo de esos que su madre limpiaba cada tres días. Puso un tremendo empeño, cerró los ojos con fuerza esperando que así fuese más fácil que le concedieran el deseo, apretó el culo hacia abajo y cuando volvió a abrirlos, se sintió totalmente defraudada, como el niño que espera un regalo en navidad y le dan otro. La pared seguía allí, los muebles seguían allí y ella continuaba mirándolo todo desde la misma perspectiva. Lloró un rato más, desconsolada, herida... Cuando creyó que había hecho suficiente el tonto se enjugó las lágrimas y volvió a sentarse ante el ordenador. Las palabras escritas en la pantalla eran inconexas, estaba mal formulada la frase que se había decidido a escribir antes de irse. Otra vez le resbaló una lágrima por la mejilla, era torpe, quería golpearse una vez detras de otra contra la pared hasta llevarse con la frente la pintura azul, pero no podía, no estaba bien, era incorrecto; solo de pensar en el susto que se llevaría su madre al verla tendida en el suelo con el cráneo abierto le hizo cambiar de idea.

Volvió a intentarlo, borró lo que había escrito y colocó las manos sobre las teclas de nuevo, con la esperanza de que si no la habían convertido en azulejo, como mínimo le devolverían un poco de su inspiración perdida.

“Hacia frío y le castañeaban los dientes”

No le gustó.

“El sol...”

Tampoco aquello.

“-Es que nunca me dices la verdad.- gritó ella.”

Se sintió una plagiadora de palabras, una mala escritora...


No puedo seguir, no se que decir, no me gusta.



Pic: Inacabado

12 de mayo de 2010

Romeo y Julieta.




Romeo coge la tabla de cortar y con un cuchillo trocea los restos de Julieta. ¡Que terrible dolor!




Julieta era una joven despierta menos cuando estaba durmiendo, no se le daban demasiado bien las matemáticas pero eso a su madre no le importaba, porque sabía que Julieta un día podría ser artista y ya se sabe que los artistas tienen asesores financieros y no deben llevar sus cuentas, sin embargo Julieta se sentía muy mal cuando no conseguía dividir un numero con decimales y como no tenía la esperanza de ser artista si no contable, las lágrimas la abordaba amenudo.

De tanto llorar un día se le destiñeron los ojos y dejó de tenerlos marrones para llevarlos de un color amarillento, así fue como llamó la atención de Romeo, un pluriempleado, algo mayor con ella de aspecto, pero no de mente.

Todo pasó muy rápido y aunque la madre de Julieta insistía en que Romeo era un tipo raro, la chica se marchó a vivir con él cuanto antes.

La convivencia era insoportable. A Romeo le gustaba el Rock y Julieta que preparaba sus exámenes de matemáticas no conseguía concentrarse con el estruendo que producía la música de su novio. Clavó en los cables de los altavoces agujas para crear corto circuitos, pero Romeo compró unos nuevos. Julieta empezó a estudiar de noche, mientras Romeo dormía y de tanto leer a oscuras, los ojos volvieron a ser marrones, el día que se dio cuenta de esto, se preguntó si Romeo dejaría de quererla, entonces, miedosa, bajó a la óptica y compró unas lentillas amarillas.

Las lentillas le escocían horrores y le dejaban el globo ocular rojo como un pimiento, se le nublaba la vista y no conseguía repasar las lecciones.

Un día tomó la decisión de abandonar la contabilidad y a Romeo. En su primer casting de película la cogieron y con la segunda paga contrató a un asesor financiero con él que años más tarde se casó.


Antes de irse le dejó una carta a Romeo:

Mi favorita es “Baby, I'm gonna leave you”


Romeo sobre la tabla de cortar hace trocitos todos los dvd's en los que sale Julieta que lleva comprando desde que ella se fue y triunfó en el cine mientras escucha a Led Zeppelin.




Entrada nº100, mira que es rara...