19 de junio de 2013

Unas horas...

Hará algo más de dos meses tropecé con una persona muy especial, en ese momento no tenía ni idea de que llegaría a ser especial, pero ha ido haciéndose un hueco día a día. El caso es que apareció cuando realmente ya no esperaba que apareciese alguien.

 Lo mejor de él es que es cada cosa que quiero de otra persona, lo peor de él es que vive a unos 2.500 kilómetros de mi. A estas historias de amores a distancia siempre les pasa lo mismo, más de un 70% no llegan a conocerse nunca. Al principio no tenía ninguna intención de tomármelo enserio, la verdad es que no se en que momento dejó de parecerme una opción no ir a verle, "Haz aquello que no puedas no hacer", así que hace 36 días me compré unos billetes, y de alguna forma me metí de cabeza en esta aventura.

Mañana a las 10:35 cojo un avión que me llevará hasta la persona con la que llevo compartiendo absolutamente todo los últimos dos meses, con quien hablo horas y horas, y a quien Skype solo me ha dejado ver pixelado, estoy aterrada.

A ratos me molesta un poco que la gente piense que soy muy segura de mi misma y que siempre estoy tranquila. Ahora tengo mucho miedo, técnicamente son muchas vertientes de miedo...

 Temo parecerle   menos guapa de lo que lleva pensando este tiempo, que le moleste algo de mi y le toque aguantarme una semana, temo que en persona no congeniemos, o que nos irrite la voz del otro (A saber como sonamos al natural), temo que todo sea un desastre  aunque también temo que todo sea fantástico y salga bien, y a partir de ahora se vuelva muy difícil la situación. Pero principalmente y por encima de todo lo demás, temo que esto lo cambie todo y pierda por algo a esa persona que es cada cosa que quiero de alguien.

No creía que fuese a llegar realmente este momento, llevo contando días desde hace más de un mes, y ahora estoy a unas horas de él, con la maleta hecha, con la ropa que me voy a poner mañana preparada, escribiendo esto y ¡Dios! ¡Me he despellejado los labios! 

Estoy nerviosa, asustada, histérica, impaciente y absurdamente feliz (Aunque no acabo de creérmelo) 

¡Ni siquiera tengo ni idea de que es lo primero que voy a decirle!



Bueno, realmente escribo esto, porque si en una semana no doy señales de vida, será porque he sido secuestrada por un maníaco que liga con chicas por Internet, haciéndose pasar por un canario de 20 años buenorro. Tras esto os adjunto su dirección (O lo que él ha dicho que es su dirección) y su numero de teléfono, para que aviséis a la policía y tal.

PD: Es broma, ya me las he apañado para esconder los cuchillos de carnicero en la maleta.

10 de junio de 2013

Por este documento se garantiza mi felicidad.



         El documento exige a los firmantes que se diviertan, que disfruten, que viajes y sean felices durante el tiempo que vayan a estar juntos. 
         Los contratantes no van a hacerse daño, no van a llorar si no es de risa, no van a tener complejos el uno con el otro, van a mantener relaciones sociales al margen de la pareja, no van a vivir juntos para no gastarse, no van a pelearse para después encontrarse y otra vez pelearse, no van a darse celos con otras parejas ni con otras personas ni van a dejar que terceras personas interfieran en su relación. 
         Se comprometen a hablar las cosas antes de que llegue la incomunicación y a que, si uno de los dos decide que hay otra persona en su vida que merece más la pena que la otra parte contratante, la otra parte contratante lo entenderá y lo admitirá sin dramas y sin dolor. 

  Firmas de los contratantes .





Autora: Mara Torres
La vida imaginaria. 


Soy poco de usar las palabras de otros, pero este fragmento de La vida imaginaria me parece tan perfecto...