29 de marzo de 2011

Día 1. Demasiado real.

Ayer tenía la frase perfecta para describir mi estado. Cuando ando pienso en lo que sería perfecto escribir, luego llego a casa y no lo transcribo porque o es demasiado crudo o algo estúpido. De todas maneras decía algo así como “Cuando llevas tanto tiempo con los ojos cerrados y de pronto los abres y ves el mundo, te jode que siga siendo bonito, que aunque tu te sientas vacía por dentro ningún agujero negro se ha tragado nada más que tu alma, saber que solo eres

una partícula en el mundo jode a cualquiera”

Nunca explico lo que escribo porque siento que pierde la gracia, pero esta vez diré que mi vida se ha centrado en una sola persona durante más de un año y que ayer... Bueno ayer yo me enteré de que hacía meses que todo se había ido al traste. Lo peor de todo fue darme cuenta de que el puto mundo no estaba resentido, que daba igual, al sol le daba igual, las plantas no había perdido el verde y las moscas seguían siendo pesadas. Hay momentos en tu vida que te gustaría que una estación espacial en mal estado atraviese la atmósfera y caiga sobre tu cabeza, así todo se esfuma. Tampoco pasó, porque aunque yo creía que tenía una racha de suerte era una ilusión comparada con la mala suerte que me acompañaba.

Aveces me avergüenzo de mi misma, esta vez no va a ser así porque ¿Qué cojones? No he hecho nada mal.

¿Sabias que si buscas en internet: “Como superar... “lo siguiente que sale predeterminado es “Una ruptura“Una infidelidad”? Ironías de la vida.

Ayer me sentía fuerte, creía que nada iba a aplastarme, obviando lo sucedido, quiero decir, mi fortaleza iba tan lejos que podía retener las lágrimas, aunque mirase donde mirase nos viese a los dos.

En el burger sonaba Sabina y decía “Tanto la quería, que, tardé, en aprender a olvidarla, diecinueve días y quinientas noches.” Cuando estas cosas pasan siempre suena Sabina. ¿19 días?

Saber la verdad no fue un bálsamo, aunque me alegro de saberla, no me gusta tener que estar en la posición de decidir, odio tomar decisiones, siempre lo he odiado y esta es una de las más difíciles de mi vida.

Ayer me sentía fuerte. Esta mañana la realidad me ha golpeado. No se si esperaba que fuese una pesadilla, últimamente las tengo tan cruentas que no me hubiese extrañado. Pero no era una pesadilla, era real, la persona a la que amaba, a la que amo, dejó de amarme durante bastante tiempo como para tenerme engañada varios meses ¿Cómo no llorar? Quería dormir hasta las 7 de la tarde, pero a las 12 estaba despierta, sola y triste. Ayer fue horrible, hoy lo ha sido más.

Estoy dividida, estoy rota, se han llevado una parte de mi que no se como voy a recuperar ¿19 días? Habrá que probar.

Hoy no duermo sola, hoy la casa no está vacía y en silencio, hoy creo que podré dormir.