28 de abril de 2009

Masoquismo

Probablemente, lo que ocurre, es que se me atragantan las ganas de quererte y no pasan, así que no me dejas respirar y me ahogo. Es como si te tuviese sobre el pecho todo el día, pesas y a ratos no me siento capaz de cargarte, pero si me paro se que me esposarás a los primeros barrotes que veas, y no soy la que puede estar atada, necesito correr. Cortarse una mano para ser libre, será más doloroso que continuar andando, así que te sigo cargando, a ratos callada, a ratos quejándome y cuando parece que estás dormido, te dejo al borde de camino y acelero el paso, pero al darte la espalda me siento culpable, saco mi maquillaje de espejo y miro atrás. Te desperezas poco a poco y abres los ojos. Otros te recogen, necesito tenerte cerca… Así que me maquillo las ganas de huir, los miedos, las penas y vuelvo a atrás, para que me vuelvas a pesar en el pecho, ha quitarme las ganas de quererte y de respirar.