21 de agosto de 2010

¿Y si el mundo...?

La miro, si pierdo la oportunidad de hablar con ella no me lo perdonaré, pero no sé que decirle. La tengo enfrente, abro y cierro la boca como un pez.
-Si el mundo se acabase en cinco minutos ¿Qué harías?- Creo que he gritado, mi tono de voz ha sido algo elevado, estoy seguro y... ¿Qué mierda de pregunta es esa?
Me mira sorprendida, un loco le acaba de exponer una situación improbable e incomoda, sin embargo sonríe ¡A mí! Porque no hay nadie detrás, lo he comprobado girándome un poco.
-Te preguntaría si te apetece sentarte conmigo durante esos cinco minutos.- Contesta.
No solo es guapa, también rápida.
-¿No llamarías a un ser querido?
Niega con la cabeza.
-Creo que eres la persona adecuada para pasar los ultimo minutos de mi vida.- Mira el hueco que queda a su lado, en el banco.
Acepto la sugerencia, me siento.
-No me arrepiento de demasiadas cosas.- Dice mirando el suelo.-He aprovechado mi vida, claro que me hubiese gustado hacer más...- Chasquea la lengua.- Es una pena que nos conozcamos en estas circunstancias.- Me dice.
Yo como un tonto, solo la miro hipnotizado, perdido. Ante mi silencio ella decide seguir hablando, me cuenta que a pesar de estar sentada ante la boca de un metro, no espera a nadie, que no sabe exactamente que hace ahí, pero que a menudo vuelve a ese mismo banco.
De pronto levanta el brazo y se mira el reloj, se levanta con gesto resignado, suspira como un niño enamorado, profundamente, de forma teatral.
-Casi han pasado esos cinco minutos.- Alarga la mano. Yo la alcanzo, la estrecho casi pidiendo que se quede.-Ha sido una pena conocerte ahora que se acaba el mundo.
Me da la espalda, se va, se pierde tras una esquina y yo, débil, cobarde, no me atrevo a seguirla para confesarle que realmente el mundo no va a terminarse, aunque puede que ella ya lo sepa...
¿Por qué no me limité a preguntarle el nombre y si quería tomar un café conmigo?



Pic: By me