-Yo no quiero ser una de esas mujeres de 35 años que se levantan solas, desayunan solas, trabajan solas y al volver a casa siguen solas.
-Creo que estás confundida, estar sola no es algo tan terrible.
-No lo será para ti, porque eres una persona fuerte, completa, tú no necesitas a nadie porque ya eres alguien sin estar acompañada, pero yo... Mírame.
-Te miro, y te veo a ti y no creo que te falte nada, no te falta un compañero para estar entera.
-Eso es que no miras bien, tú siempre tan positiva.
-No empecemos...
-¿Qué no empecemos? ¿Qué pasará cuando no sé... Tú si encuentres a alguien y te vayas?
-Yo no me voy a ir Claudia.
-Eso no lo sabes.
-Si, si lo sé.
"Si lo sé" Piensa Lucía "Porque yo ya he encontrado a esa persona Claudia, eres tú, cuando te veo levantarte, cuando desayunamos juntas, cuando nos sentamos en el sofá, cuando llego a casa y estás ahí pensando que vestido ponerte para quedar con el idiota de turno, claro que no me voy a ir, por fin estoy entera"
-Claro, tú lo sabes todo, ¿Pues sabes donde han acabado todas las promesas que me han hecho hasta ahora? Porque yo no tengo ni idea, ¡Nadie las ha cumplido! Y tú no serás distinta, tú un día te enamorarás como nos pasa a todos, y te saldrá bien, porque eres de esas personas que atraen la buena suerte y yo me quedaré sola, y no quiero quedarme sola.
-A veces es mejor estar sola.
-No me entiendes.
-No, no te entiendo, pero ¿Sabes? Cuando tenga 35 años espero no ser una de esas mujeres que se levantan acompañadas, que desayunan acompañadas, que trabajan acompañadas y que al volver a casa están acompañadas por una persona que les hace sentir completamente solas.