28 de abril de 2008

Y el agua caliente golpea con fuerza
y me quema y enrojece,
y no te vas, no te largas
y suena la música
“You raise me up... To more than I can be.”
Las lágrimas se confunden con el resto de agua,
Saben saladas,
Saben a ti….
Hoy la casa huele a ti,
en cada rincón, en mis manos,
en mi pelo, el albornoz huele a ti,
la cama, las sabanas, mi piel…
los almohadones, el ambiente…
hoy huele a ti, hoy huelo a ti,
hoy estás… Pero no te veo.















Tú y tu impertinente manía de estar en todas partes.

2 comentarios:

Joyce dijo...

Hay veces que estás y no te veo, y es que hay veces que basta sentirte...

Una idea recurrente la de estos versos.

Besos

Anónimo dijo...

Hola, Ari. Soy David. Me parece muy bonito lo que escribes, en este caso me ha llamado mucho la atención lo de la sopa de letras de casa y lo de la cicatriz de parte a parte. Me gustaría que contaras algo de Formentera, para mí es un lugar varado en el tiempo, una isla como esas a los que los romanos enviaban prisioneros y traidores. Un par de consejos: "Remando al viento", un film español de Gonzalo Suárez sobre Byron y Shelley, toda una revisitación de ese romanticismo un poco vampírico en el que te veo moverte. Otra: cualquier antología de Leopoldo María Panero, en especial un poema que me ha sugerido tu entrada:
"todo hombre es un rey entre almenas que sienten,
todo hombre es castillo
de una princesa muerta"

pdta: a veces creo que te tomas la vida demasiado en serio, creo que deberías reirte más, de los demás -álvaro incluido- y sobre todo de tí misma. Bueno, es una pequeña crítica y no te enfades.

Algún día hablamos sobre tu futuro literario. Si quieres. Besos.