11 de diciembre de 2008

Dieciseis

Él se paseaba por la casa a su antojo, dejando allí por donde pasaba el olor que unos minutos después encontraría Claudia y que le hubiese gustado no haber olido nunca, porque era como un golpetazo contra su pituitaria, un puñetazo en el estomago, un beso dulce en el ombligo y un susurro en el oído, era un mordisco en la garganta y estar contra “el cuerpo y la pared”, no soportaba esos días en los que la casa olía al olor que el había dejado sin dejarlo, él estaba tan lejos que la posibilidad de que su esencia siguiera allí era tan remota como encontrar los peucos de cuando era pequeña entre los montones de cajas que aun tenía por desembalar.
Buscó como una histérica un reloj por la casa, porque ella nunca usaba reloj y aun así sentía la necesidad de mirarlo de vez en cuando, eran las doce de la noche. Solo quedaban tres días y por eso su recuerdo estaba tan palpable en cada rincón. Masculló una maldición, con cada minuto que pasaba más le aterraba él echo de que estaba cerca de dejar un año atrás y volverse mayor, algo más mayor de lo que era y no tenía especial ganas de que ocurriera. Tal vez para despejarse, marcar el cambio y dejar de fingir que lo inevitable no iba a ocurrir, podría ir a la peluquería y hacerse el pelo corto, siempre lo había querido llevar corto, pero nunca había sentido el valor de hacerlo, a él le gustaba largo, en realidad a todos o a casi todos les gustaba largo su pelo, pero ella no estaba segura de si lo que quería era gustar al resto o mirarse al espejo y decir: no soy yo, pero si la persona que quiero ser.
Corrió como una posesa hacia la habitación, como si allí fuera a encontrar la salvación de lo que le esperaba, llamadas, muchas llamadas y felicitaciones que no quería recibir, aquel cumpleaños no iba a ser comparable con el anterior y no por el hecho de que callera en lunes, el problema era que él no estaba, que no estaba él ni había nadie, que no sentía que alguien la quisiese lo suficiente como para pasar ese día de un modo diferente, ella no se sentía especial y nadie la iba a considerar así en tres días.
No tenía la intención ni de celebrarlo sola, a la porra el día de su nacimiento, no valía la pena recordar algo desagradable. (No podía evitar recordarlo a cada hora y por eso miraba el reloj)
Se escondió entre las sabanas como una niña pequeña y antes de dormirse miró el reloj de la mesilla de noche.

“¿Cuántas personas crees que me felicitarán?”
“Yo”
“¿Tú por cuantas personas vales?”
“Por las que tú quieras, pero nadie te va a querer como yo”
“Espero que si me quiera alguien como tú, incluso más… si no estoy perdida”


Has sido una inspiración

Confesión: Estoy teniendo un problema con el tiempo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola guapa ^-^
Me llamo la atención tu comentario y me di cuenta de una cosa en la que no había pensado. Tienes razón, Lauren es negro en la película, no había caído en ello. Bueno, que decirte, me quedé bastante decepcionada con la pelí, pero es algo que ya más o menos sabía. Cuando escribí la entrada estaba muy emocionada por verla y dije me gustaría, es cierto, me ha gustado, no he llegado a cogerle esa manía como tú, pero a medida que veía la pelí me daba cuenta de que faltaban cosas, muy importantes por cierto, de las que ahora no me acuerdo. Me llamó la atención que prepararan pasta, esto me lo recordó Utopía pero en su momento durante la pelí me quedé O.O porque ni por asomo me lo esperaba. Cambiaron demasiadas cosas, es lo que a mí no me ha gustado y yo tampoco me imaginaba a Edward así, no sé decirte como lo imaginaba, una vez que veo una película se me olvida mi idea imaginada del libro, algo que me molesta demasiado, y cuando voy a leer las continuaciones ya me imagino las cosas poniendo las caras de lo que he visto. Me fastidia pero no puedo cambiar ese problemilla mío para recordar como lo imaginaba.
En cuanto al segundo libro, ya llevo 300 páginas, :P , lo sé, estoy un poco loca por obsesionarme tanto de esa manera pero ahora no tengo otra cosa que hacer, estoy de vacaciones y tengo tiempo libre, así que voy a aprovechar las navidades para leerme los tres libros.
Respecto al segundo, va bien, me gusta pero como tú dices, hay cambios y, creo que habrá muchos más por delante, ¿me equivoco? Solo te digo que por el momento se les echa de menos, espero que no tarden mucho en volver pero, aunque falten, la historia está interesante. Todavía no te sé decir si me gusta más el segundo, por el momento te digo que no pero me queda la mitad por leer, mucho puede pasar hasta que lo termine por lo que mi contestación queda en el aire, ya te diré que tal me ha parecido. Y cuando lo termine empezaré con Eclipse, tengo lectura para todas las vacaciones y eso me anima, hacía mucho tiempo que no encontraba un libro -en este caso 4- que me gustara tanto.
Muchos besos guapa y gracias por pasarte por mi blog.
Hasta pronto, bai...

Luchida dijo...

Sé lo que es esa soledad el día de tu cumpleaños. Sentir que si esa persona no está de que vale nada pues por mucho que se quiera no podrás estar feliz. Curiosamente mi cumpleaños de mierda fue también el de los 16. Los siguientes no han sido maravillosos pero por lo menos he tenido a alguien cerca, cosa que en ese justamente no tuve.
Lo del cambio de imagen hay quien dice que sirve de algo pero no comparto la opinión aunque siempre puedes probar xD
Aún así, intenta disfrutar de tu día con quien puedas, y, si no hay nadie pues más vale sola que mal acompañada. Yo no paro de repetírmelo...
Te mando desde Almería un "Feliz Cumpleaños" y nada, que te respondí a tu entrada en mi blog; por si quieres mirarlo.
Besitos :D

Anónimo dijo...

intenta disfrutar con las pequeñas cosas que te hagan feliz
siempre habrá cumpleaños mejores
besotes