7 de septiembre de 2008

Sin sueño

-Has dejado la ventana abierta, habría que cerrarla o esta noche pasaremos frío, no quiero que te constipes, ¿Quién te cuidará si te pones mala? No me gusta que tomes medicamentos.


Ella lo sujeta con más fuerza y no le deja levantarse.

-Llevas tres noches así, cogida a mi, no duermes, lo sé, aunque intentas disimularlo… tu respiración no se relaja y te echas capas y más capas de maquillaje para ocultarme las ojeras. No me gusta que me abraces de esta forma, con necesidad, parece que digas “Sujétame o caeré” A veces no se si me he quedado aquí por amor o porque tengo miedo de que hagas una tontería… ¿Sabes a que me refiero? A que te dejes, que no pelees por lo que quieres.

“Te quiero a ti”

-No me gusta que dependas de mi, por eso debo irme, estoy agotado, me agotas, te amo, pero eres un vampiro se alimenta de mis fuerzas… No quiero que llores cuando no esté, ni que me esperes, tú haz tu vida. Prométeme que no te detendrás en este punto.

Silencio

-Por favor, necesito oír que cuando yo me marche, tu seguirás viviendo, sin mi.

Silencio, las cortinas se agitan por el aire, él se estremece, el colchón tiembla.

-Claudia dime algo.

Más fuerte y de repente le suelta, gira sobre si misma y le da la espalda.

-Quisiera que esta noche fuese eterna.- murmura.- Toda una vida sin cerrar los ojos, junto a ti, abrazados, entre sabanas. Ni ayer, ni mañana; hoy, ahora, aquí, para siempre…

Lágrimas, gritos, suplicas en silencio.

Por la mañana. Un solo cuerpo sobre la cama, con pena, desgana, sin sueños, sin sueño…



2 comentarios:

Joyce dijo...

A veces tras esas noches amanece una pareja...

Besos!

Anónimo dijo...

mmmm
la dependencia emocional
es verdad
nos hace ser vampiros

besos