23 de octubre de 2008

Él

Hoy va por él, ese hombre que muchas veces me ha dicho que si entráramos en guerra me quitaría el agua, pero no seria así, me daría la suya hasta que estuviese satisfecha de beber, que me llevaría a brazos si no pudiese andar o que se sentaría a acariciarme la cabeza cuando estuviese agotada.
Solo le he visto llorar tres veces, puede que cuatro, supongo que si hubiesen sido menos no me impactaría tanto… por eso, cuando él se derrumba siento que puedo ser fuerte como él lo ha sido siempre.
No es un hombre que muestre sus sentimientos, es despegado y hay que buscarle el amor con lupa, dice cosas desagradables de vez en cuando y pocas veces oyes un “te quiero”, pero se que lo hace, solo hay que mirarle a los ojos para darse cuenta, solo hay que dejar que te abrace cuando cae.
Le he echado de menos durante mucho tiempo, y no de una forma desesperada, si no lenta constante, pero no hay miedo, porque él nunca se irá, porque seguirá contándome historias por las noches antes de dormir, llevándome al cine cada miércoles, cortándome las uñas de los pies, compartiendo libros conmigo, dibujándome mientras bailo, cantándome nuestra canción cuando suena en la radio, pringándome de crema de arriba abajo, haciéndome reír hasta encanarme…
Él siempre estará aunque no esté

Te quiero.






La flor que siempre quise en mi jardín.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que bonito el amor cuando lo vives como tu.. sin desesperarse y sin pedir nada cambio

yo creo que todos nos sentimos solos alguna vez, nos sentimos extraños, como si esto no fuera con nosotros
creo que eso es lo que hace que nos unamos más


besotes

Luchida dijo...

¿No pedir nada a cambio? Yo creo que siempre existe algo de egoísmo; en todas las relaciones pedimos algo a cambio aunque no queramos reconocerlo. Muchas veces esperamos una llamada, un gesto de cariño, una sonrisa o lo que sea. Si no esperáramos nada sería triste ¿no?

Anónimo dijo...

Bonito texto :)